El World Superyacht Award se debió llevar a cabo en una ceremonia transmitida de manera online, tras tres intentos de celebrarlo presencialmente. El evento, de gran interés para el mundo del yate, fue visto por una gran cantidad de interesados entre los se encontraban cientos de invitados de la industria y propietarios alrededor del mundo.
La categoría: "Mejores yates a motor de desplazamiento 5000 GT y superiores" fue incluida por primera vez debido a que el Flying Fox de Lürssen superaba en tamaño varias veces al resto de los yates participantes.
Al anunciar el premio, los jueces describieron a Flying Fox como una embarcación excepcional tanto en sus logros técnicos como por la disposición de sus instalaciones para propietario e invitados; alta calidad de construcción y diseño interior; al considerar este logro como un gran esfuerzo de Lürssen por alcanzar la perfección.
En palabras del gerente del astillero Peter Lürssen: "Estamos encantados de que Flying Fox ganara el premio World Superyacht Award. Construir Flying Fox fue un gran desafío y estamos muy orgullosos de este logro. Flying Fox ha establecido nuevos estándares en la industria de la navegación".
Algunos de los aspectos característicos únicos de Flying Fox de Lürssen: es la primera vez que se realiza en un yate una piscina transversal de 12 m que permite una vista infinita del mar, lo cual significó diversos desafíos en cálculos y pruebas que se solucionaron exitosamente. También el Spa tiene una extensión y lujo únicos en un yate para el disfrute a bordo.
Peter Lürssen agradeció la confianza del propietario en la naviera que, como resultado, ofrece una “maravillosa obra de arte flotante”; también reconoció a los diseñadores de Imperial Yachts y a todo el equipo que logró llevar a buen término este grandioso proyecto, logrando la entera satisfacción del cliente.