Combinando la tecnología aeronáutica, automotriz y naval, con propulsión basada en el hidrógeno, llega SeaBubble, un hidroyate sustentable.

De la aviación, SeaBuble tomó los T-foils invertidos, las alas de 1 metro que producen la elevación y dan estabilidad a la embarcación a la vez de sustentación, al evitar la creación de olas y un mínimo contacto con el agua, para viajes sin complicaciones, lo que significa un ahorro del 35% de la energía necesaria en comparación con una nave regular.

Este equipo de estabilización se encarga de equilibrar al modelo y garantiza la seguridad y la comodidad, y ayuda a optimizar la potencia a bordo. La aerodinámica y el sistema de navegación fueron sacados de la industria náutica, con un diseño interior y el techo inspirados en la línea de ensamblaje automotriz, a la vez originarias de la manufactura aeronáutica.

Abordar el SeaBubble es ingresar a una innovadora cabina, que permite a los 8 pasajeros y su respectivo equipaje, viajar cómodamente en desplazamientos urbanos e interurbanos, convirtiendo a SeaBubble en una alternativa al transporte por carretera. La embarcación tiene un largo de 8 m, 3.1 m de altura y 3.5 m de ancho, y un peso de 3.1 toneladas.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, El SeaBubble podrá transportar a ocho personas, en trayectos cortos. El SeaBubble podrá transportar a ocho personas, en trayectos cortos.

 

Propulsado por agua

La propulsión es a través de hidrógeno, en una hibridación entre una pila de combustible de hidrógeno, que genera electricidad al juntar moléculas de hidrógeno y de oxígeno, que través de una membrana porosa permite que los átomos se unan para formar ¡agua!, y un paquete de baterías que otorga sostenibilidad, resiliencia y reactividad a un sistema de energía de acuerdo con los requisitos de descarbonización del mundo marítimo.

El equipo de ingeniería de SeaBubble está diseñando un sistema de administración de energía altamente eficiente. Los tanques de hidrógeno proporcionarán la suficiente energía para funcionar durante 2.5 horas, equivalente a 80 km, antes de requerir una recarga en tierra de 4 minutos, un estándar de rendimiento nunca antes visto en el mundo del transporte eléctrico. Esta característica también ayuda a preservar la vida útil del paquete de baterías de respaldo.