Pioneros en la evolución sostenible de los yates, el astillero alemán Lürssen inició el establecimiento de la etapa uno de un sistema de metanol que alimenta una planta combinada de calor y electricidad en el astillero.
A la par, Lürssen y Rolls-Royce Power Systems están defendiendo sólidamente el metanol como combustible para yates que no daña el medio ambiente y el clima. Actualmente laboran en proyectos específicos, incluida la propulsión de un yate Lürssen con los motores a metanol mtu de Rolls-Royce.
Los yates de 75 metros o más ofrecen un gran potencial para funcionar con metanol, idealmente metanol 'verde', un carburante sintético producido al tomar dióxido de carbono de la atmósfera y convertirlo, usando electricidad de una fuente renovable como energía solar o eólica.
La cantidad de dióxido de carbono emitida por los motores que funcionan con metanol 'verde' es equivalente a la cantidad extraída originalmente del aire, lo que da como resultado una huella de carbono 'neta cero'. Además, los motores a metanol descargan mucho menos partículas que los diésel comparables, y sus emisiones se pueden ventilar sin someterse a un tratamiento posterior SCR.
La principal diferencia, y por lo tanto un desafío para los ingenieros de construcción naval, en términos de valor calorífico, el metanol tiene alrededor de 2.4 veces más volumen que el diésel, por lo que los tanques deben ser correspondientemente más grandes.
“A pesar de la creciente conciencia climática, tenemos que convencer a nuestros clientes de los beneficios del metanol como combustible, ya que la potencia del motor será menor que la de un motor diésel del mismo peso y tamaño”.
Justus Reinke, director general de Lürssen
La tecnología inglesa
Rolls-Royce está desarrollando un motor a metanol basado en el exitoso mtu Serie 4000. A diferencia del motor diésel, cuyo combustible se enciende automáticamente a alta presión, el metanol, con su punto de inflamación más bajo, se enciende usando una bujía, en muchos casos, de la misma manera que un motor de gasolina.
Debido a que la construcción de yates grandes, como los producidos por Lürssen, implica un tiempo de entrega comparativamente largo, busca convencer a los clientes antes de lanzar el primer yate de metanol.
“Queremos trabajar con Rolls-Royce para operar una planta estacionaria combinada de calor y electricidad alimentada con metanol en uno de nuestros astilleros como modelo para nuestros clientes”, comenta Justus Reinke, director general de Lürssen. Al mismo tiempo, la empresa planea utilizar la planta CHP de metanol como fuente de energía para el propio astillero, haciendo así que las operaciones sean más sostenibles.
La energía mecánica se empleará para generar electricidad y el calor del motor se alimentará a través de la red de calefacción del astillero. “De esta manera, vamos a reducir considerablemente la huella de carbono del astillero. Después de todo, no solo queremos ayudar a nuestros clientes a ser más sostenibles, también queremos ser un modelo a seguir”, enfatizó Peter Lürssen.