Inspirado en el éxito de las competencias de vehículos eléctricos, y pensada como plataforma para acelerar las tecnologías sostenibles, nació UIM E1 World Championship.
Los cofundadores del serial, Alejandro Agag y Rodi Basso, tienen como objetivo aplicar ese mismo espíritu a las carreras en el agua y promover la descarbonización de las futuras embarcaciones de recreo al convertirse en eléctricas, a la par de ser un campo de pruebas para las tecnologías eléctricas. El calendario está planeado para iniciar este 2023, con la participación de 12 equipos, incluido uno del piloto mexicano de Fórmula 1, Sergio “Checo” Pérez –Team México– y el tenista Rafael Nadal –Team Nadal–.
“Checo” Pérez conoce a Agag desde 2010, cuando este último fue exdirector del equipo y propietario del team Barwa Addax de la categoría GP2, donde Pérez corrió y terminó segundo en la temporada 2010 de la Serie GP2.
El UIM E1 World Championship será el primer campeonato de lanchas eléctricas de carreras sancionado por la Union Internationale Motonautique (UIM), organismo rector mundial de la navegación a motor. Los pilotos “volarán” sobre la superficie del agua al volante del RaceBird utilizando la tecnología innovadora de hidroala, creación de la diseñadora noruega Sophi Horne, que cobró vida junto con el arquitecto naval e ingeniero marino Brunello Acampora.
Cada RaceBird está dotado de un motor eléctrico Mercury Racing fuera de borda que desarrolla una potencia máxima 150 kW, equivalente a 200 CV, y alcanza una velocidad de 50 nudos (93 km/h); la capacidad de la batería es de 35 kWh (son necesarias dos cargas completas por carrera). Apoyado por sus alas, la embarcación se elevará sobre el agua, reduciendo la resistencia al agua y maximizando la eficiencia energética.
La competencia tendrá una duración de dos días. Las sesiones de práctica y las eliminatorias serán el día inicial, mientras que la final se correrá el segundo día. Para las primeras temporadas, las escuderías contarán con los botes idénticos, y las regulaciones quedarán abiertas para las subsecuentes, para permitir a los equipos y fabricantes desarrollar sus propias tecnologías eléctricas.
En el cockpit del RaceBird viajará un piloto, protegido por un toldo cerrado de seguridad. Cada equipo está obligado a contar con dos pilotos –hombre y mujer– para garantizar la igualdad de oportunidades en el deporte.
Los recorridos, en duelos eliminatorios uno contra uno, pondrán a prueba las habilidades de los pilotos con trayectos cortos y técnicos, cerca de la costa, para mantener la expectación y emoción de los asistentes. Al final, dos embarcaciones definirán al campeón de la etapa