El astillero Lusben botó el remodelado velero Maltese Falcon, uno más bellos del mundo, que en su momento provocó una revolución con su tecnología de navegación.
Antes de que comenzara el reacondicionamiento, tuvo lugar un trabajo importante en el dique flotante del astillero de Lusben en Livorno, Italia, con un sistema especial diseñado y construido para acomodar el calado de seis metros y la forma del casco del yate de 88 metros de largo, que arribó al astillero en octubre del 2022 y permaneció hasta mayo del año siguiente.
Una vez que la embarcación fue ubicada en el nuevo dique flotante, la cuadrilla de Lusben comenzó el reacondicionamiento, que involucró una larga lista de operaciones, desde el mantenimiento de los sistemas a bordo (generadores, motores principales, hélices) hasta trabajar en el icónico equipo de manejo del mástil, lo cual fue un gran desafío dada su increíble complejidad.
“No habríamos llegado a este lanzamiento técnico, garantizando los altos estándares de calidad que ofrecemos a los clientes de Lusben, si no hubiera sido por la experiencia de nuestro equipo profesional para abordar un proyecto tan complejo”.
Gianni Paladino, director comercial de Lusben
Otra gran labor fue el repintado de todo el casco con su característico color “Azul Perini”, que requiere condiciones de trabajo especiales dadas las características químicas y físicas de la pintura.
También fue sustituida la cubierta de teca y se reformaron los interiores para ofrecer a los huéspedes una zona de noche aún más acogedora, elegante y confortable, además de una cocina totalmente equipada para servir el almuerzo y la cena. El trabajo también incluyó el mantenimiento de rutina.
Lusben gestionó una delicada operación de reacondicionamiento, con plazos de entrega exigentes que no solo mejoró la estética y el confort del yate, sino que también lo devolvió a la empresa propietaria con un mejor rendimiento y un mayor respeto por el medio ambiente, como resultado de la reducción del consumo de combustible y las emisiones logradas mediante la actualización de los sistemas a bordo.
Para Pierfrancesco Cafaro, patrón del Maltese Falcon, la labor realizada en sinergia con Lusben fue increíble. “Tanto para nosotros como para la empresa propietaria, trabajar con el astillero significaba tener la confianza de que todas nuestras solicitudes serían atendidas de manera rápida y profesional”. El Maltese Falcon empezará a realizar cruceros a partir de junio.