Ayshe, el decimocuarto yate de la gama Custom Line Navetta 30, zarpó del astillero italiano de Ferretti Group Superyacht Yard en Ancona.
Es una obra maestra de diseño y elegancia sofisticada que combina un excelente comportamiento en el mar, comodidad, seguridad y personalización. Con una eslora de 28.43 m y una manga de 7.3 m, este superyate ofrece volúmenes generosos sin dejar de transmitir una sensación de ligereza, clase y armonía.
Es el resultado de la colaboración entre el Comité de Producto Estratégico, que manejó el estilo exterior, y el Departamento de Ingeniería del Grupo Ferretti; la arquitectura interior es de ACPV Architecs Antonio Citterio Patricia Viel, con la asesoría estratégica proporcionada por Custom Line Atelier para el diseño de interiores, y la experiencia y conocimientos del arquitecto Filippo Salvetti para los exteriores.
Las áreas exteriores de Ayshe se caracterizan por el barrido horizontal de las líneas, que prolongan el dinamismo del casco hacia la proa, dando al yate un perfil elegante y dinámico. La configuración de cuatro cubiertas amplía el espacio a bordo, organizado en escenarios creados para capturar momentos especiales de convivencia y relajación.
Con las grandes superficies acristaladas en el casco y las generosas áreas de popa y proa, este superyate se extiende hasta el horizonte con una vista panorámica en todas las direcciones. Los interiores y exteriores son complementarios, intersecándose en un continuo lineal sin fisuras que optimiza la forma en que se utilizan los espacios y sus funciones.
El diseño interior tiene una impronta clásica revisada a través de una lente contemporánea, con la introducción de detalles de carbono, texturas personalizadas para los paneles y acabados de laca sofisticados. El mobiliario y la decoración están diseñados según los deseos del propietario y en colaboración con marcas de diseño de renombre.
El ambiente es deportivo chic, realzado por el uso de materiales nobles como el cuero nobuk o el mármol Calacatta Gold. La combinación de colores pálidos y apagados (predominan los tonos beige, marfil y crema) con cautivadores tonos de gris proporciona un contrapunto exuberante al mobiliario exterior naranja que le da a los espacios una tez soleada.