La edición 63 del Genoa International Boat Show será del 21 al 26 de septiembre de 2023, como una plataforma para la comparación y evaluación de tendencias en las embarcaciones a escala global, incluida la tecnología y el diseño.
Estarán presentes 1,043 marcas y más de mil amarres, de los cuales 143 son generados por los recién inaugurados canales de agua. Para los organizadores, Génova es la “casa” del sector náutico de Italia, debido a su historia y su ancestral cultura marinera. La ciudad no sólo ha representado siempre la excelencia de la producción global de la industria, sino que también es el motor indiscutible del desarrollo del sector.
Este año, el sector náutico italiano superará los 7 mil millones de euros de facturación, de los cuales el 40% se destina a la exportación, que convierte al país itálico en el tercer vendedor mundial después de China y Corea del Sur.
Como parte del proyecto Road to 2023, se inició la construcción del nuevo Waterfront di Levante, creado por el arquitecto italiano Renzo Piano, que dará al salón un diseño funcional, con 200 amarres más, un estadio deportivo cubierto completamente remodelado, canales navegables, una isla donde ubicará el Pabellón Azul, nuevos muelles y la ampliación y renovación de espacios y servicios durante todo el evento. El programa estará finalizado en 2024.
El Genoa International Boat Show tuvo su primera edición en enero de 1962, como una reunión dedicada a la navegación italiana de recreo italiana y el único salón italiano que forma parte del circuito internacional.
La construcción de los pabellones comenzó en 1959 y avanzó rápidamente hasta 1962, cuando el salón abrió sus puertas al mundo. Al evento asistieron 430 expositores procedentes de 18 países (254 italianos y 176 extranjeros).
Los barcos se expusieron en el recién construido, mientras que en dársena sólo se exhibió un yate a motor: un Giannutri de 14.50 metros de eslora diseñado por Cantieri Picchiotti en Viareggio. Este fue el único barco que se exhibió al aire libre, ya que los expositores en ese momento no estaban dispuestos a colocar sus unidades en el agua: la razón de esto era que los expositores creían que sus barcos se ensuciarían en el agua y parecerían más pequeños cuando se los viera desde el muelle.
Vistos desde las gradas, parecían comparativamente más grandes. Entre los veleros se encontraban la línea Alpa y sus cascos de fibra de vidrio, desde el pequeño Flying Junior hasta el Alpa 8; las lanchas a motor presentaban cascos de Italcraft, un astillero fundado en 1955 y centrado en la velocidad; se exhibieron las primeras semirrígidas, a las que algunos llaman embarcaciones blandas, que enarbolaban las banderas de Pirelli, Gamma y Zodiac.