Navier presentó N30, su embarcación ultraeficiente con la que busca cambiar el futuro de los viajes marítimos con un transporte de alta velocidad y sin contaminantes.
Para demostrarlo, Navier puso en marcha un Programa piloto de servicio en el área de la Bahía de San Francisco, California utilizando el N30, la primera hidroala totalmente eléctrica en Estados Unidos, con un diseño que reduce los costos operativos y una mayor autonomía en relación a otros navíos eléctricos del mundo –160 km–, a velocidad crucero.
Los primeros viajeros del Programa de Navier son el personal de Stripe, la plataforma de infraestructura financiera para empresas y socio inicial de Navier, quienes serán llevados de Larkspur, California, a la sede de Stripe en el sur de San Francisco.
El N30 aborda los dos desafíos clave que hacen que los barcos más pequeños (rango de 7 a 14 m) no sean aptos para el transporte escalable. Deslizándose a 1.20 metros sobre el agua, elimina la resistencia hidrodinámica y proporciona un viaje suave y silencioso, sin mareos, y elimina necesidad de infraestructura para operar grandes ferries, ya que puede operar desde cualquier puerto deportivo, creando oportunidades para viajes más frecuentes y eficientes a máxima capacidad.
El N30 tiene cupo para seis pasajeros y está en desarrollo un modelo para 30 personas para rutas de mayor tráfico. Navier estima que cada modelo de hidroala para 30 pasajeros eliminará el uso de 120 automóviles.
Los servicios de transporte bajo el programa piloto Stripe serán operados por Navier Mobility, la división de transporte acuático de la compañía. En el programa piloto, Navier proporcionará uno de sus barcos insignia N30 y posteriormente agregará cinco o siete navíos.
El equipo de desarrollo de Navier incluye ingenieros aeroespaciales y de robótica formados en el MIT con experiencia en la NASA, Google X, Amazon Robotics, Apple y Ferrari, entre otros centros de desarrollo tecnológico, junto con expertos en la America’s Cup.
Además de reducir la contaminación y la congestión de tráfico en las ciudades, el transporte acuático de alta velocidad y sin emisiones proporcionará importantes beneficios en la calidad de vida de los trabajadores en ciudades costeras como San Francisco, Nueva York, Seattle y otras parecidas.
La idea de Navier es que cada puerto deportivo se convierta en un centro de transporte, impulsando mayores oportunidades, desarrollo inmobiliario y actividad económica al transformar las vías fluviales en carreteras.