País de grandes contrastes, con una tradición cultural de más de 2 mil 500 años a.C., con una población superior a los mil 150 millones de habitantes, la India es el segundo país más poblado del mundo, después de China.

La India resulta un destino sagrado y de meditación que todo viajero tiene mitificado en su cabeza, pero no es lo mismo visitar la India del Sur que el Norte del Punjab o la superpoblada ciudad de Calcuta que el Tíbet hindú, o las modernas y pujantes Delhi, Bangalore y Bombay o las ciudades espirituales como Benarés.

 

 

Para este nuevo recorrido, Amura Yachts & Lifestyle hace una propuesta diferente, una invitación a conocer otra cara de la India durante 40 días, por una zona no tradicional, visitando 51 lugares en donde la belleza de cada uno de éstos llega hasta nosotros a través del arte, escultura, arquitectura y relieves de una nación que emerge poderosa.

Por automóvil (taxi por día o por ruta) o en tren, como medios de transporte, para lo cual el arquitecto Luis García Vallaría también historiador de arte, será nuestro guía por bellos templos y palacios de un país con innumerables lugares para visitar.

 

Mosaico histórico, cultural y religioso

Es precisamente por este mosaico histórico, cultural, religioso, por el que año con año llegan a estas tierras millones de personas procedentes de todas partes del mundo.

Con 3 mil 287.590 km2y mil 100 millones de habitantes, es el séptimo país más extenso del planeta que comparado con México (dos millones de kilómetros cuadrados de superficie) y 110 millones de mexicanos, se traduce en 50% más de territorio, casi 10 veces más de población en comparación con el nuestro.

“Me di cuenta que en la India había cosas muy interesantes, más de lo que generalmente uno conoce, de lo tradicional como el Taj Mahal que todo mundo lo identifica con la India. Encontré que mucha de la cultura está en lugares pequeños, que muchas veces no es ni población sino tan sólo templos o vestigios de lo que alguna vez fue”, explicó el arquitecto García Vallaría, quien durante un año planeó realizar este viaje con ayuda de infinidad de libros, mapas y guías.

Una vez obtenido el itinerario se decidió trazar una ruta hacia el sur, ya que se tiene que tomar muy en cuenta la época de lluvias, los famosos monzones que causan grandes inundaciones, por lo que el tiempo ideal de hacer el viaje es de octubre a marzo, partiendo de Mumbai hacia las regiones de Maharastra, Karnataka, Tamil Nadu, Orissa, Bihar, Madhya Pradesh, Delhi, Rajasthán y, por último, la de Gujarat para retornar a Mumbai y de ahí a México.

Pero antes de iniciar este recorrido, daremos un breve repaso a los orígenes hindúes y para ello nos remontamos a la formación del Imperio Indoeuropeo, con el sánscrito como idioma, luego de la invasión de los arios procedentes de lo que ahora es Irak e Irán. Hacia el 600 a.C., aparece el budismo con la figura representativa de Sidarta Gautama (Buda) y su auge hasta el año 321.

Otra influencia muy marcada en la India fueron los Partos de Irán y con el emperador Asoka (s. II a.C.,) es cuando el budismo toma mucho auge hasta la invasión de los turcos (1000-1027) y mongoles (1241-1421), después llega el Sultanato de Delhi (1206 a 1526) para luego dar paso a la época del Islam (1440 a 1526), seguida del regreso de los mogoles (1526 a 1761).

Es en 1498 que Vasco Da Gama descubre la India y a raíz de ello inicia la migración portuguesa, holandesa, inglesa, francesa y danesa hasta quedar los ingleses en posesión de la colonia de 1852 hasta 1947. Este último fue el año en que logra su independencia, de la mano de su líder espiritual y social, Mahatma Gandhi.

También cabe mencionar que la población de la India es sumamente religiosa predominando el hinduismo con 80%, el islamismo con 10%, el budismo con 4%, el cristianismo en todas sus denominaciones con 2%, los sijs con 1.5%, el jainismo con 1% y otras religiones con 1.5%.

 

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Punto de partida: Bombay

Conocida también como Mumbai, es la ciudad más importante de la India y capital del estado de Maharashtra. En la década de los 80, esta ciudad se convirtió en la capital económica, comercial y financiera hindú; también famosa por Bollywood, su industria de cine internacional.

Uno de los principales símbolos de la ciudad es la Puerta de la India, un arco construido para recibir en los inicios del siglo XX al rey Jorge V. A su lado, se encuentra el hotel más lujoso del mundo: Taj Mahal, de influencias hindúes y árabes mezcladas con arquitectura inglesa.

En Mumbai se pensó en la mejor manera de poder iniciar el recorrido y se acordó realizarlo por tren y por automóvil (taxi), para ir a visitar algunos de los lugares trazados por el arquitecto Vallaría.

En un país donde el 90% de su íransporíe es en íren, con una red increíble de ferrocarril, el punió de llegada fue Aurangabad, situada al norte de la provin- cia de Maharashtra y una de sus más importantes ciu- dades, construida sobre los márgenes del río Kham, a unos 400 kilómetros de Mumbai.

Fiel guardiana de un patrimonio cultural e histórico (en sus orígenes fue una ciudad del imperio de Mughal), que comprende edificaciones imponentes con magnífica arquitectura, entre las que se encuentran las cuevas de Aurangabad, la fábrica de Himroo, y los templos bu- distas, jainistas e hindúes que habitan la región.

 

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Monumentos del sur de la India

En el estado de Maharashtra es donde se encuentran las 29 cuevas templos de Ajanta, del S II a.C., al VI d.C. De origen budista, jainista e hinduista, monolíticas labradas en la roca, destacando la No. 10 y la No. 26 donde se puede ver una estatua tallada de un inmenso Buda reclinado.

A unos 100 kilómetros de éstas, se hallan otras cuevas en Ellora, tratándose de un complejo de 34 templos también monolíticos labrados en la roca, pertenecientes a las religiones budista, jainista e hin- duista, de los siglos VI y X d.C.

Tras dejar el estado de Maharashtra, el recorrido fue hacia la provincia de Karnataka, visitando la ciudad de Bijapur donde existen bellas mezquitas y se halla el impresionante mausoleo de Gol Gumbaz, en el cual se encuentra la llamada Galería de los Susurros, que transporta un mensaje a través de 38 metros en 11 repeticiones consecutivas.

De Bijapur, el viaje continuó por taxi hacia una aldea donde se encuentra un complejo de más de 125 templos llamado Aihole, que según historiadores, la primera fase de construcción de éstos se remonta al siglo V, bajo la dinastía Chalukya.

Su arquitectura está basada en torres y columnas decoradas y talladas; arcos, balcones y tejados inclinados, lo cual más de alguno no ha reparado en llamarle: la cuna de la arquitectura hindú.

 

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Arquitectura de piedra

Siguiendo en Karnataka, por algunos llamada como la “cuna de la arquitectura de piedra”, se pueden visitar los magníficos yacimientos Patrimonio de la Humanidad en Hampi y Patadakal; los templos de Belur, Halebeedu y Somnathpur, y los santuarios cueva de Badami.

En Hampi se encuentra el templo de Virupaksha, un impresionante complejo con una torre de 11 niveles de más de 50 metros de altura. El interior es un conjunto de templos con varios y amplios patios, así como recintos porticados con columnas con estatuas, para proseguir el viaje hacia la ciudad de Goa.

Esta ciudad, ex colonia portuguesa desde que habría llegado en 1498 Vasco da Gama hasta que la entregó en 1985 Portugal a la India, posee un toque hispano muy parecida al puerto mexicano de Veracruz, aseguró el arquitecto Vallarta.

En Goa, es posible recorrer los callejones del barrio de Panaji, además de sus coloridos mercados en Anjuna o visitar su catedral católica, y la iglesia donde se encuentran los restos momificados de San Francisco Javier, ahí se pueden saborear mariscos y pescados (gambas tigre, dorada o langostinos) bajo la sombra de algún que otro cocotero de sus playas idílicas como Palolem o Patnem.

El recorrido continuó hacia Halebeedu y Belur, donde se hallan templos edificados con una arquitectura impresionante a base de filigrana, labrada en piedra de forma increíble. Posteriormente se visitó la población de Sravanabelagola, donde en la parte superior de un alto cerro se encuentra una escultura monumental también monolítica de un profeta jainista del S III a.C.

De ahí se visitó la ciudad de Mysore, que es la segunda en importancia de Karnataka, donde se encuentra el Palacio del Marahá, el Instituto de Investigaciones Orientales, la Galería Sri Chamarajeendra y la Catedral de San José.

Antes de despedirse, el chofer hizo la recomendación de utilizar el tren y así se hizo para viajar hacia la región de Tamil Nadu, hacia el puerto de Mahabalipuram, en un trayecto que duró 24 horas donde se observaron postales muy típicas de la India y sus alrededores como hombres en cuclillas jugando baraja, y las mujeres cargando a sus niños, con cántaros y leña.

 

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Templos tallados en piedra

Tamil Nadu, la tierra de los tamil y de expresiones plasmadas en piedra, alberga la provincia de Thanjavur, que en otro tiempo fuera la gran capital del imperio de los Cholas.

Con su templo más espectacular: Brahadeeswarar, el cual se yergue con una altura de 58 metros, coronado por una cúpula monolítica formada por un solo bloque de granito, de un peso de 80 toneladas, decorado de hermosos péneles esculpidos con escenas mitológicas.

Y para admirar el Fuerte Rock, habrá que dirigir- se a Tiruchirappalli. Este fuerte aparece hecho en una inmensa formación rocosa de 84 metros de altura, la cual domina completamente la ciudad. Una escalera de unos 400 peldaños esculpidos en la roca conduce al Templo de Viyanaka. La vista desde allí resulta so- berbia. Más abajo está el Templo Tayumanaswamy, que está dedicado a Shiva.

A cinco kilómetros de Tiruchirappalli se encuentra Srirangam, uno de los mayores templos de la India, de donde se cree que la colección de joyas de este santuario incluyó alguna vez el diamante Orloff, que al parecer fue robado en el siglo XVIII por un soldado europeo, antes de que fuese a parar al cetro del Zar de las Rusias.

Ahora es tiempo de visitar Madras, capital de Tamil Nadu, que no estaría completa sin una excursión al antiguo puerto de mar de Mamallapuram también conocido como Mahabalipuram, que se encuentra a unos 60 kilómetros, y es a orillas de una playa dorada donde están los más bellos monumentos del pueblo de los Pallava (siglo VII), esculpidos en roca.

Un pequeño pueblo de pescadores, el cual alberga una de las composiciones arquitectónicamente hablando muy magistrales, una roca escultura gigante que está tallada sobre una cima de granito.

Este fue el principal puerto comercial durante el siglo XI y donde se halla este bajorrelieve, que cuenta con 27 metros de ancho por nueve de alto. Escultura que posee dos grandes elefantes que le da al conjunto un valor inigualable.

Ciudad portuaria desde el siglo séptimo de la dinastía india del sur del Pallavas, donde se puede admirar las fases tempranas de la arquitectura de Dravidian.

La más famosa de las ciudades templo de Tamil Nadu, es Madurai, con una historia que data del siglo VI a.C., hoy también un importante centro comercial y donde se pue- de admirar un monumento sobresaliente: el Templo de Meenakshi, con su atrio de las Mil Columnas.

En la provincia de Kanchipuram también se puede admirar una buena colección de ciudades templos, (de los siglos VI al VII capital de reyes Pallava) como Kailasanatha (de piedra arenisca del color de la miel), Vaikuntaperumal (dedicado a Vishnu) o Sri Ekamba reshwarar (con su sala de mil columnas).

Posteriormente arribamos a Calcuta, hoy llamada Kalkatta, capital del estado de West Bengala, que es la tercera ciudad más importante de la India con influencia muy inglesa y famosa en todo el mundo gracias a la Madre Teresa.

 

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Templos eróticos y fortalezas

En el estado de Bihar se encuentra Bodhgaya, una de las ciudades más sagradas para los budistas, ya que fue en este lugar donde Gautama Buda alcanzó la iluminación.

En el complejo se encuentra el famoso Templo de Mahabodi y un descendiente del árbol Bodhi, donde se dice Buda obtuvo la iluminación.

En Bodhgaya también es muy visitado el Templo de Mahabodi Stupa; el Monasterio Tailandés; la esta- tua de Buda de más de 24 metros de altura; el Templo Japonés; el Museo Arqueológico así como los Monasterios Tergar y Karma Dhargye Chokhorling.

Para quien desea experimentar la India de una forma diferente, se puede dirigir a Orchha para visitar los palacios y templos y posteriormente a la ciudad de Bhopal y de ahí trasladarse a Sanchi, donde se encuentran las interesantes estupas y toranas budistas del S II a.C.

Construidos entre los años 930 y 1050 por los reyes de la Dinastía Chandela, se encuentran los templos de Khajuraho (en el estado de Madhya Pradesh). Muchos se refieren a estos como los Templos eróticos de Khajuraho, pero al visitarlos te darás cuenta de que menos de un cuarto de los tallados tienen motivos eróticos. Eso sí, los que hay resultan explícitos pues emulan todas las posiciones incluidas en el Kamasutra.

El siguiente destino fue Jodhpur, llamada la ciudad azul, donde se levanta un impresionante castillo fortaleza, que por las noches está deshabitado y de vez en cuando su terraza se convierte en un improvisado restaurante.

 

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Al día siguiente, Luis Vallarta tomó el taxi rumbo a Udaipur, la ciudad blanca. Tiene un imponente complejo palaciego que emerge de una colina, encima de un lago y su segundo nombre deriva de que toda está construida de mármol blanco.

Para finalizar este recorrido y antes de la partida desde Mumbai, el arquitecto Vallarta llegó a la ciudad de Ahmadabad (en Gujarat), donde está una de las edificaciones más destacadas: El Templo jainista Hathee Singh, decorado con elegantes figuras, todas ellas representan a los 24 Tirthankar, humanos que alcanzaron la iluminación.

Son los modelos a seguir para todos aquellos que buscan una guía espiritual, según la tradición jainista y donde no es posible tomar fotografías en el interior del templo, y muchos de sus visitantes se las ingenian para llevar consigo un recuerdo de las maravillas que han visto en él. No es raro ver turistas con un cuaderno y un lápiz en mano, dibujando pacientemente las figuras de los Tirthankars.

India ofrece un patrimonio cultural no sólo apa- bullante (con 26 monumentos, parques nacionales y líneas de tren en lista por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, sólo superada en Asia por China) sino también único, que entreabre la posibilidad de sumer- girse en un microcosmos en el que conviven religiones, mitos, tradiciones y prácticas que apenas han variado en los últimos cuatro mil años, donde concluimos este recorrido realizado por más de 51 lugares durante 40 días, en la cuna del misticismo y la religión. 

  

 

Texto: Fabiola Galván Campos ± Foto: Getty Images y Arquitecto Luis García Vallarta