Dirigido a un público exquisito y exigente, fue inaugurado el pasado mes de abril el Palacio de San Agustín, el  primer Hotel Museo en su tipo de América Latina con su historia, mobiliario, diseño arquitectónico y colección de arte, que lo hacen un lugar único.

Esta joya de la hotelería con un tamaño más íntimo, y con un estilo individual, así como atributos sobresalientes,  surge en la hermosa y colonial ciudad de San Luis Potosí. El Palacio de San Agustín está ubicado en una vieja casona, del siglo XVII, la cual ha sido rescatada y restaurada.

Esta propiedad perteneció a la orden de los Agustinos quienes la  utilizaron en esa época para hospedar a importantes personalidades: mineros, hacendados, intelectuales, revolucionarios y es considerado   único  por la belleza arquitectónica de estilo neoclásico , cuenta con todas las comodidades de un hotel exclusivo y cada una de las piezas del mobiliario –algunas del S.XVIII-  son de  colección traídas directamente de Europa, especialmente de  Francia.

 

 

Este espléndido Palacio transporta al turista a una época de riqueza y buen gusto del México antiguo. Cuenta con 20 lujosas habitaciones que son verdaderas salas de exhibición cada una con personalidad propia.

Una de las principales características son los servicios de primer mundo que ofrecen sus 20 suites de lujo, restaurante íntimo, spa, capilla, paseos en carruaje por el Centro Histórico y recorridos guiados dentro del Hotel Museo, así como servicios de Centro de Negocios, además de la atención del personal destacado por la elegancia, calidez y espontaneidad.

El Palacio de San Agustín está pensado para los turistas exigentes que aprecian del arte y la cultura y que también gustan de vivir nuevas experiencias en lugares únicos como resulta ser este Hotel viviente.

Tomando en cuenta la historia y la vocación de esta residencia  un grupo de empresarios potosinos se dieron a la  tarea de revivir y rescatar  esta lujosa Mansión que ofrece hoy en día  toda la experiencia, elegancia  y  magia de aquellos tiempos.       

 

 

 

Texto: Rafael Luna Grajeda ± Foto: Palacio de San Agustín.