Tan Cerca del Cielo

Bután es un país diferente a todos. Rodeado por China al norte y por India al sur y es reconocido como el último Reino budista del Himalaya. Bután vivió bajo una aislamiento autoimpuesto durante todo el siglo XX y fue solo hasta los 70 que abrió sus fronteras a un puñado de visitantes. El Bután de hoy continúa como el de antes, libre de influencia global y entregado a sus tradiciones culturales, religiosas y sociales. En el mundo moderno representa una maravillosa introspección a la vida de los Himalayas, por esta razón es visto como uno de los grandes destinos de viaje en el mundo actual.

Geográficamente Bután desciende desde lo alto de los Alpes, que exceden los 7 mil metros de altura, hasta las planicies del sur a tan solo 300 metros a nivel del mar. Esta dramática caída hace que los ríos corran de norte a sur y al pasar de los años han forjado profundos valles y barrancos que son separados por aristas y altos pasos de montaña Cada uno de estos valles tiene una belleza escénica que los diferencia y son estos mismos valles los que proveen una oportunidad única de una viaje maravilloso.

 

 

 

En el oeste y los valles centrales de Bután se encuentran los Amankora cuyo nombre se deriva de dos palabras: ‘aman’ que significa ‘paz’ en sanscrito y ‘kora’ o ‘Peregrinaje circular’ del Dzongkhan, lenguaje de Bután. Regadas por esos valles las Amankora son una serie de alojamientos, cada uno con su propio carácter y experiencia.

Los visitantes también pueden visitar una de estos alojamientos, o para experimentar mejor todo lo que Bután tiene para ofrecer Amanresorts puede planear un viaje hecho a la medida incluyendo uno o más de los Amankora localizados en Paro, Punakha, Gangtey o Thimphu.

Bután transmite un especial sentimiento de calma y serenidad, el cual te envuelve a cada instante que te adentras en su reino. La gente es profundamente  religiosa siguiendo el Budismo Mahayana. El aire de espiritualidad es evidente, incluso en los centros urbanos donde el rodar de los molinillos de oración, el murmullo de los mantras y el brillo de las lámparas de mantequilla en las casas son todavía importantes características de la vida cotidiana.

 

 

 

 

Los monasterios, los templos y los monumentos religiosos son encontrados a través de todo el paisaje, dando fe de la importante presencia del budismo. Monjes de cualquier edad habitan por cualquier rincón de Bután. Es una tierra espiritual donde cada Dzong (fortaleza), monasterio, roca , valle, árbol y montañas existen con su propio espíritu. Y cada uno tiene su historia propia. Cada pico de las montañas esta adornado con un monasterio o un Choerten (Stupa) y cada cueva un santuario sagrado.

La primera sensación que se percibe desde el aire es la de un bosque gigantesco (Bután es uno de los países con mayor superficie forestal del mundo). También llaman la atención las numerosas montañas. Para los butaneses sin embargo estas montañas no solo son refugio de los gigantes vecinos si no la morada de los Dioses.

Hay muchas fiestas en Bután, pero las mas importantes son religiosas y profundamente simbólicas. Tsechus son las fiestas principales en que los bailes están ejecutados por hombres y monjes. Los hombres con mascaras de forma serena y coléricas se arremolinan, cada paso con significaciones profundas espirituales. Es un tiempo del año cuando los Butaneses prueban su pasión religiosa y  también un tiempo para mostrar sus ornamentos mas hermosos y los trajes hechos a mano – Gho para el hombre y Kira para la mujer.

 

 

Sitios de interés

• El Valle de Paro

El punto de entrada para todos los viajes a Bután es el valle de Paro, rodeado de boscosas montañas. El valle de Paro está situado en una elevación de 2,250 metros y es una mezcla de pequeñas poblaciones, monumentos y edificios históricos y campos en terrazas en las que maravillosamente crecen las cosechas.

• Thimpu

La capital de Bután yace sobre un precioso valle boscoso rodeado de colinas a las orillas del río Chhu. Thimpu es la única capital en el mundo que no tiene semáforos. Las coloridas y artísticas fachadas de sus edificios le dan a la ciudad un aire medieval. Siendo la capital es el lugar de muchas atracciones como el Museo Nacional de Textiles. El Museo de la Herencia Folclórica, y la Biblioteca Nacional, en la que los artesanos continúan el tradicional arte de la xilografía labrando bloques de madera para la impresión de viejos manuscritos.

• Valle de Punakha

Punakha tiene una interesante historia, durante 300 años y hasta 1955 ésta fue la capital de Bután. Con una elevación de 1,300 metros y un clima templado este valle es el “jardín” del país que produce cultivos todo el año y en el que durante los fríos inviernos la gente viene a residir. También es el sitio de uno de los dzongs más importantes de Bután, el magnífico Punakha Dzong del siglo XVII.

 

 

Otros atractivos de Bután

• Cultura

En muchos aspectos, Bután parece encontrarse entre la Edad Media y la contemporánea: los monjes transcriben antiguos manuscritos budistas en sus modernas computadoras, arqueros vestidos a la vieja usanza emplean arcos y flechas hechas de aleaciones de metal, mientras las tiendas de alquiler de vídeos hacen su agosto con la gente local, ya que la televisión ha sido muy recientemente introducida (estaba prohibida en todo el país, pues se creía que ésta podía minar la riqueza cultural de Bután).

• Requisitos

Todos los ciudadanos necesitan un visado para entrar en Bután. No se admite el turismo independiente, sólo el organizado. Si los viajeros llegan a Bután sin previa autorización de la autoridad de turismo, no se les extiende el visado y no pueden entrar en el país. Existe un severo control del turismo: por cada día de estancia autorizada y programada, es necesario reembolsar una tarifa mínima. Todos los turistas que deseen viajar a Bután deben reservar su tour a través de una agencia de viajes local. La tarifa total es fijada por la Oficina  de Turismo de Bután, la cual ofrecerá a los viajeros todas sus comidas, acomodaciones, transportes, guías. Esto es hecho en orden a mantener el número de turistas en un nivel que no afecte el entorno medioambiental, ni el estilo de vida de la nación.

 

 

• Gastronomía

Los platos de Bután se caracterizan por su exquisita fantasía y sus exóticas combinaciones. Dado el control turístico, los viajeros suelen comer en los hoteles (cuyos buffets ofrecen platos bastante variados), pero se pueden concertar algunas cenas en restaurantes locales para saborear alguna ración casera, ¡pero muy picante! La cocina butanesa se basa principalmente en el chile. El plato más popular es el ema datse, elaborado con enormes y verdes brotes de chile bañados en una salsa de queso. Aunque abunda el arroz blanco, los butaneses prefieren otras variedades coloridas de arroz, como el arroz rojo.

• Compras

Las principales compras que se pueden hacer en Bután son productos con alto contenido espiritual y religioso. Así, los Libros de Oraciones butaneses son sagrados manuscritos sobre un papel hecho a mano y decorado con grabados. La preciosa artesanía local ofrece máscaras de vivos colores y «molinillos de oraciones», fabricados en madera tallada y metales nobles.

 

 

 

 

Info

Jolanda Bonazzola

Servicios Especiales de Leisure

BCD Travel

Tel: 9138 3023

www.kingdomofbhutan.com

www.bootan.com

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Texto: Jolanda Bonazzola de BCD Travel ± Foto: Jolanda Bonazzola de BCD Travel.