Palacio de una emperatriz en Biarritz

En 1855 la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa del emperador Napoleón III, descubre Biarritz y se enamora de esa costa azotada por las olas. Decide entonces construir la “Villa Eugénie”, cerca del faro. Venían a pasar sus temporadas cada año, atrayendo a reyes y nobleza europea, poniendo de moda Biarritz que cada día se embellecía más. La Villa fue transformada en hotel en 1893 para volverse una de las figuras más emblemáticas de Francia, un magnífico edificio de estilo imperio a la orilla de las violentas olas y donde se hospedaron los más famosos del mundo entero.

Las suites compiten en elegancia con vista al mar, una verdadera ventana a otros tiempos, los del imperio, y los salones invitan a surgir en el pasado, con elegancia y lujo. La piscina de agua de mar invita, es la estrella del verano, los restaurantes La Rotonde o La Villa Eugénie consienten al amador de cocina refinada, mientras L’Hippocampe sirve el lunch cerca de la alberca. A partir del 2006 Le Palais cuenta con su propio centro de talasoterapia y ofrece un pequeño golf en sus jardines.

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Sentirse un auténtico príncipe es el resultado de una fantástica atención personal, y el huésped goza de una estancia a la medida de la aristocracia que se instalaba en el hotel en la Bella Época. Du Palais es un hotel que impone su figura en la costa vasca, pero sobre todo impactan los recuerdos de los que tuvieron la suerte de vivir dentro de sus muros y admirar la vista desde sus balcones. Le Palais, nacido por el deseo de una emperatriz, resplandece a la orilla del Atlántico, con amor al refinado lujo, y en las noches su resplandor alumbra las olas que lo desafían.    

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Texto: Patrick Monney ± Foto: Patrick Monney.