Conocido como “El Ojo Azul de Siberia”, es quizá el lago más antiguo y profundo del planeta. Un destino abierto para la aventura, completamente distinto en las cuatro estaciones del año; la más atractiva posiblemente es el invierno, ya que la capa de hielo, de más de un metro de espesor, brinda la posibilidad de conducir cualquier vehículo sobre el lago. Al mismo tiempo, a través del hielo, se puede apreciar la profundidad gracias a lo cristalino de las aguas. Este hermoso lugar posee una gran riqueza en su ecosistema, albergando 848 especies endémicas.

 

Texto: AMURA ± Foto: maxresdefault / WP / Castillo de Neuschwanstein / © Vitaserendipity