Una joya escondida entre los pinos de Balakha

El Hotel Amankora Paro se encuentra en las afueras de la villa tradicional de Paro, Bután, la cual está rodeada por los bosques de pino y las ruinas del Drukgyal Dzong, una antigua fortaleza  y monasterio Budista que se construyó alrededor del siglo XVII. En 1950, este lugar fue consumido por un incendio, y hoy mira hacia este maravilloso hotel, que se ha inspirado en la arquitectura del monasterio para brindarles a los viajeros un hogar lejos de casa.

El hotel presume una arquitectura similar al antiguo Dzong, pero a este añade atributos modernos y detalles como paredes de barro color arcilla y paredes de piedra seca que le dan un toque rústico y acogedor. Los huéspedes también podrán apreciar los amplios espacios del Amankora: los patios para disfrutar comidas al aire libre, fogatas que alumbran y calientan día y noche, y los pasillos minimalistas que brillan con el atardecer.

Amankora Paro cuenta con 24 amplias suites de madera que se distribuyen en bloques por el bosque. La más cotizada de estas suites es la más lejana al complejo principal. Aun así, todas las suites cuentan con camas king-size, sillas para leer, guardarropa, wi-fi, y un johari, o pequeña estufa para cocinar. Los baños presumen una tina central y regadera de lluvia.

En el hotel se pueden disfrutar excelentes comidas tanto occidentales como tradicionales.  Ya sea en los comedores principales o en algún lugar romántico del bosque. Algunos manjares que destacan son los cortes de rib-eye australiano, y los platillos de origen Hindú y Butanés. Los vinos de la casa se incluyen con el costo del cuarto.

Texto: Andres Ordorica ± Foto: AMAN / MANKORA / TLP