Una encantadora rebanada del cielo aquí en la tierra

En alguna época no muy remota, algún desafortunado marinero que se encontrara en una isla como ésta, corría el riesgo de no volver a ser visto. La realidad no podría ser más diferente para los viajeros de hoy en día. Bien podríamos decir que aquellos afortunados en poder hospedarse en el Song Saa Resort jamás desearán regresar a sus casas.

En esta reserva marina de más de 100 h se encuentra el pequeño pero ultra-lujoso Song Saa resort, el cual está rodeado por arenas brillantes, aguas repletas de peces tropicales, y una fauna increíblemente variada y colorida. Llegar no es fácil: se tendrá que tomar un vuelo desde Siem Reap, o recorrer un camino de cuatro horas desde Phnom Penh, más un viaje en un speedboat de treinta minutos.

Aun así, garantizamos que la odisea habrá valido la pena, ya que el hotel cuenta con 27 villas de uno o dos cuartos con vistas al mar, alberca y terrazas privadas, chimenea, y una decoración impactante: gigantescos techos de paja, paredes de piedra volcánica, y enormes camas envueltas en muselina. Los baños están provistos con anaqueles de madera flotante adornados con candelitas y productos de la prestigiada marca Aesop.

El chef Joel Wilkinson se encargará de preparar comida altamente reconfortante, combinando los clásicos del área con recetas contemporáneas. El menú cambia diariamente, y se enfoca solo en los productos que se encuentran en la región.

Song Saa Private Island Resort brinda también los servicios de un mágico spa, un centro de actividades marinas, así como facilidades para niños y personas con discapacidades.

Texto: Andres Ordorica ± Foto: © Copyright 2016 Song Saa