El hotel Mandarin Oriental Ritz Madrid, representativo de la Belle-Époque, justo en el corazón de Madrid, recobró su esplendor de la mano de Mandarin Oriental Hotel Group, tras experimentar la reforma más importante en sus 111 años de historia, para reafirmarse como el epítome del lujo de la capital de España, en el reconocido “Triángulo del Arte”.
Después de un minucioso programa de restauración de más de tres años –a cargo del arquitecto Rafael de La-Hoz–, el emblemático hotel que abrió por primera vez en 1910, reabre sus puertas como Mandarin Oriental Ritz, Madrid, manteniendo el espíritu original concebido por el legendario hotelero César Ritz.
La reforma subraya su riqueza histórica y esencia singular, que lo han convertido en una insignia del centro financiero y cultural delimitado por el Museo del Prado, el Museo de Arte Moderno Reina Sofía, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Parque del Retiro, este último, un corredor Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2021.
Para complementar la experiencia holística, el hotel se alió con The Beauty Concept para ofrecer tratamientos con las formulaciones cosméticas de firmas reconocidas.
El lujo a cada paso
El nuevo diseño de las zonas comunes del hotel, supervisado por los diseñadores franceses Gilles & Boissier, se centró en la recuperación de los rasgos arquitectónicos originales –como la cúpula de cristal, oculta durante 80 años– enalteciendo su clasicismo con armónicos toques contemporáneos e incorporando una serie de valiosas piezas de la colección de la propiedad, entre las que se encuentran candelabros de cristal, pinturas y esculturas.
En sus 153 espaciosas habitaciones –de las cuales 53 son suites– destaca el estilo moderno, funcional y de gusto refinado a través de elementos como el mobiliario en madera y cuero, molduras, pisos de mármol y muros con revestimiento de piedra blanca Dolomita, inspirados en las conexiones históricas del hotel con la ciudad, el arte y la cultura española.
Las Suite Real y Presidencial ofrecen atmósferas sofisticadas con magníficas vistas, mientras que las torretas del piso superior albergan dos nuevas suites: Mandarin y Ritz, con balcones privados desde los que se aprecia la Plaza de la Lealtad y el Museo del Prado.
Amplia oferta gastronómica
La oferta culinaria es variada, con el chef Quique Dacosta, quien diseña, desarrolla y dirige los restaurantes y bares del hotel: Deessa, el restaurante de autor situado en el salón Alfonso XIII y galardonado con una estrella Michelin; Palm Court, con una carta clásica y el tradicional afternoon tea.
Pictura, el bar del Ritz, es ideal para degustar una cuidada selección de bebidas espirituosas y cocteles; Champagne Bar, con su precisa selección de Grand Cru para maridar con caviar, ostras, trufas blancas o jamón ibérico, y El Jardín del Ritz, para disfrutar al aire libre de bocadillos y mixología.
El spa The Beauty Concept ofrece tratamientos adaptados a las necesidades específicas y preferencias del visitante. Concebidas como un auténtico santuario urbano, las instalaciones dedicadas al ejercicio y bienestar incluyen una piscina cubierta climatizada y otra de relajación, duchas de sensaciones, sala de vapor y un gimnasio.