Manufactura con amor a la tradición

Desde su primer taller de relojería fundado en 1860 en Florencia, hasta su magnífico centro de producción inaugurado en 2014 en Pierre-à-Bot, en las colinas que rodean Neuchâtel, Officine Panerai, no deja de sorprendernos con creaciones que combinan la elegancia del diseño italiano con la tradición de la tecnología suiza.

La casa relojera desarrolla y fabrica en su propios talleres (del 2002 a la fecha), toda una gama de movimientos que ofrecen las funciones más sofisticadas. La colección Luminor creada en 1949, se caracteriza por el puente protector de la corona y las asas reforzadas hechas del mismo bloque de acero que la caja, misma que tiene forma de cojín (como la del Radiomir 1940) y un bisel plano y más ancho. Modelos conocidos como: Luminor 1950.

En esta ocasión, presentamos el último lanzamiento de esta colección: el Panerai Luminor 1950 8 Days GMT. Un elegantísimo reloj que incorpora dos de las características emblemáticas de la colección, el puente protector y el indicador de reserva de marcha lineal a las 6 horas, y además tiene cualidades singulares. Cuenta con un movimiento manual de cuerda de fabricación Panerai (P.2002), que garantiza una precisión absoluta y alimenta la extraordinaria reserva de marcha de ocho días de duración; funciona con tres barriletes, tiene puesta a cero del segundero, fecha, y un GMT con indicador de 24 horas.

 

 

La caja de este notable reloj mide 44 mm de diámetro; la esfera café está cubierta por cristal de zafiro anti reflejante de 14 mm de espesor y en el fondo de la caja, el mismo cristal permite la vista del movimiento mecánico. Su legibilidad es impecable, tanto de día como de noche, gracias a los números arábigos e índices luminiscentes. Viene con una correa café cocodrilo y hebilla de oro rosa, con otra correa intercambiable, una herramienta para cambiarla y un destornillador de acero.

Lo invito cordialmente a conocerlo en su tienda Peyrelongue Chronos para ver esta maravilla, donde esperamos su visita y lo atenderemos con el gusto de siempre.

Texto: Luis Peyrelongue ± Foto:  ©Peyrelongue