La equitación siempre ha sido deporte de reyes por la increíble relación que provoca entre un ser vivo del reino animal y el ser humano. Para los que tienen la suerte de poder montar en cualquier disciplina y sentir el contacto directo con un caballo estarán de acuerdo que definitivamente el deporte ecuestre se cuece aparte.
¿Es arte? Muchos amantes de los caballos así lo denominan cuando podemos ver lo que por ejemplo hace Pablo Hermoso de Mendoza sobre el caballo y ante un toro bravo, o una tabla de adiestramiento de Berna Pujols (nuestra máxima exponente a nivel mundial de Adiestramiento), entonces si podríamos decir que montar a caballo es un arte. Por otro lado tenemos los recorridos de campo traviesa de la prueba completa o una pista de salto con obstáculos a 1.60 metros de altura, entonces se convierte en adrenalina pura, desgaste fisco, poder, adjetivos muy fuertes y más cuando se trata de la combinación del binomio ser humano y caballo.
La disciplina del salto de obstáculos, deporte que nos ha dado grandes satisfacciones a nivel Olímpico, Panamericano, Centroamericano y Mundial, desde el General Humberto Mariles, medallista de oro en Londres 1948, México ha tenido una tradición muy grande en este deporte, aunque últimamente por el gran auge y desarrollo económico que ha tenido en Europa, nos hemos rezagado un poco, pero con la gente joven que viene empujando fuerte creo que en un lapso no muy lejano podremos recuperar nuestro lugar a nivel mundial.
La equitación, erróneamente catalogada como elitista, es un deporte que al practicarlo como pasatiempo o de fin de semana es accesible en muchos de los clubes hípicos dentro de la ciudad, no obstante, cuando se convierte en un deporte de competencia las exigencias aumentan, donde la primera y más difícil es la disciplina que requiere, ya que a diferencia de otros deportes o pasatiempos, esta se practica con un ser vivo (caballo), el cual necesita de ejercicio diario, alimentación de atleta y cuidados de princesa.
Es decir no se utiliza una raqueta o una bicicleta que después de usarse se guarda y no se vuelve a sacar hasta la próxima vez, aquí hay que tener especial atención en cada detalle de lo que pasa con el caballo, tienen que trabajar diario, con sólo imaginarnos lo que seria estar dentro de una caballeriza 24 horas (3x3 m) entenderíamos lo que ellos sienten. También está la parte del talento con el cual se nace pero hay que trabajarlo, sino se acaba o se pierde y la única forma de mejorar, aprender y conocer mejor al caballo es entrenando todos los días, lo cual hace que este deporte sea de mucho sacrificio.
Pero también las recompensas son enormes, por ejemplo la satisfacción de saltar un recorrido sin faltas en una competencia, no importa la altura, es algo indescriptible, como alcanzar una meta, y esto es un sentimiento provocado por el hecho de dominar a un animal de 500 kg. Que es noble pero a su vez con carácter, dócil pero con una fuerza que si así lo quisieran, serian indomables, todo esto hace que el deporte de la equitación sea una pasión.
Las horas de entrenamiento que hay que tener y los sacrificios de tiempo, cuando se está en un concurso se reduce a 2 minutos que dura aproximadamente un recorrido de 13 obstáculos.
Las faltas se cometen derribando las barras, rehusando los obstáculos o por tiempo y cuando se incurre en alguna puede haber frustración, pero la equitación te enseña que después de caído, hay que levantarse y volver a empezar, es un deporte que por sus características, tiene revancha, con uno mismo pero revancha, nunca sabemos como amaneció de humor, salud, etcétera el caballo, pero mientras más lo conoces más lo entiendes y puedes llegar a saber qué está pasando por la cabeza de tu caballo.
Bueno, de lo que se trata es que se motiven a intentar este bello deporte, a sentir esa relación que se crea con el caballo, yo les puedo asegurar que una vez que lo vivan, nunca se olvida y se hace una costumbre, cuando tengan una oportunidad de montar, en cualquiera de sus disciplinas, háganlo, si es de salto mejor, se los recomiendo y les aseguro que será una experiencia única.
Texto: Enrique Gonzáles (la pájara) ± Foto: Flickr.com