Qué agradable encontrarnos nuevamente en AMURA, donde como siempre, y buscando comenzar una grata tradición, me permito compartir con usted lo más novedoso y extraordinario del mundo del arte y la creatividad mecánica.

Para abrir nuestro tema hablaré del espacio-tiempo. Las cuatro dimensiones del universo conocido son altura, ancho, profundidad y el tiempo. Y de manera definitiva, Baume & Mercier domina ese universo al perfeccionar el equilibrio armónico –representado con el símbolo griego Phi, que desde hace décadas decora las creaciones de la marca–, cualidad que distingue cada detalle de los modelos Clifton.

En sus 183 años de historia, Baume & Mercier ha hecho de la calidad un valor fundamental que cultiva día con día. Esta casa relojera ha optado por equipar todos los modelos Clifton con dinámica mecánica de fabricación suiza de alta calidad, montada manualmente por relojeros calificados en su fábrica de Les Brenets, Suiza.

La Casa Baume & Mercier equilibra la cultura helvecia y su apertura al mundo, ya que desde el siglo XIX la marca está presente en Londres, Sydney y Filadelfia. El resultado ha sido un estilo fluido de elegancia intemporal. La fuerza distintiva de la colección Clifton, evocación de Nueva York en los 50s, se despliega en las líneas de las cajas de oro o acero y especialmente en el singular grafismo de las indicaciones horarias. La colección se basa en la idea de que un reloj bello debe tener un movimiento a la altura de su estética.

Así, los relojes Clifton, cuyo carisma y equilibrio encuentran su hábitat natural en la ciudad, indican la fecha, hora, los minutos y los segundos, mediante un segundero pequeño. Los modelos en acero tienen una caja de 41 mm de diámetro y pueden llevarse con una correa de piel de aligator o un brazalete de metal.

Las versiones en oro rojo de 18 quilates cuentan con una caja de 39 mm de diámetro, están equipadas con un calibre mecánico automático y en la esfera incluyen una ventana de calendario; cuenta con segundero central. Son modelos sobrios y finos que se fijan a la muñeca mediante una correa de piel de aligator.

Los aficionados a la gran relojería apreciarán especialmente el reloj de acero de 43 mm de diámetro, impulsado por un calibre automático y dotado de una complicación con calendario completo que incluye fases lunares. 

Los puristas quedarán fascinados por el modelo Clifton 1830, piedra angular de la colección. Este reloj en oro rojo de 18 quilates, de 42 mm de diámetro que tradicionalmente se lleva con correa de piel de aligator, está equipado con un calibre fabricación manual La Joux-Perret y aspira a ser la interpretación más fiel posible del modelo histórico que se encuentra en el Museo de Baume & Mercier, el arquetipo de reloj urbano que da pie a la creación de este nuevo universo relojero.

Por su parte, el Clifton 10052 horas, minutos, segundero pequeño y calendario  en una esfera plateada, tiene un diámetro de 41 mm, en sintonía con los estándares de la relojería actual. Está equipado con una caja redonda de acero pulido y satinado, con asas esbeltas y curvadas que permiten una mejor adaptación a  la muñeca. El aspecto tradicional de este reloj hermético hasta 5 atmósferas (aprox. 50m), es acentuado por las agujas de acero azulado accionadas por un calibre mecánico automático visible a través del fondo de zafiro. Este modelo Clifton viene con una correa de piel de aligator de color negro y un triple cierre desplegable con pulsadores de seguridad.

En fin, amigo lector, si de tiempo y espacio hablamos, pero desea imprimir además belleza, funcionalidad y alta complicación, el Clifton es una gran opción.

Text:  Luis Peyrelongue ± Photo: Peyrelongue