De la reina Victoria al zar Nicolás II

Inaugurado en Ginebra en noviembre del 2001, el Museo Patek Philippe, ubicado en el número 7 de la Rue des Vieux-Grenadiers en Ginebra, ha recibido una cálida recepción por parte del público local e internacional desde su apertura.

El museo alberga numerosos tesoros relojeros. En la planta baja del edificio se encuentra una impresionante réplica de los antiguos talleres de relojería, joyería, grabado y esmaltado, con más de 500 herramientas y maquinaria de época. La colección Patek Philippe ilustra en este piso la historia de innovaciones técnicas y estéticas de su excepcional manufactura relojera.

Ampliar

En la segunda planta una colección histórica expone los tres primeros siglos del arte relojero a través de 1,000 piezas consideradas como algunas de las más significativas del patrimonio europeo, relojes de fantasía, tales como autómatas musicales y otras complicaciones técnicas, así como una colección de retratos en miniatura realizados por grandes maestros ginebrinos.

En la tercera planta los visitantes del museo se encuentran con ocho vitrinas de archivos de la firma, así como una completa biblioteca sobre la relojería que alberga más de 8,000 ejemplares.

Montres Royales –1850 - 1910– par Patek Philippe Una de las exposiciones más recientes, y la primera muestra temática del museo, es la dedicada a la colección de relojes Patek Philippe de procedencia real. Dirigentes de numerosos países –sumos pontífices, monarcas y otros jefes de estado– que a título personal o como obsequios llamados de presentación, adquirieron las excelsas piezas.

Ampliar

Generalmente, estos relojes históricos se muestran adornados con escudos de armas, iniciales, dedicatorias o retratos finamente grabados, cincelados, esmaltados o engastados en pedrería. Los relojes llamados de “presentación”, igualmente de gran belleza, fueron generalmente adquiridos por los dirigentes para obsequiar a algún visitante importante o como reconocimiento por actos de valentía o de lealtad por parte de súbditos o ciudadanos.

Realizados entre 1850 y la Gran Guerra, las piezas que participan en esta exposición temática tienen una relación directa con las testas coronadas y los príncipes de sangre de la vieja Europa o países más lejanos. De la reina Victoria al zar Nicolás II, estos relojes reales son testigos excepcionales de la vida de sus antiguos dueños. La colección está completada con piezas relacionadas con los sumos pontífices actuales, y enriquecida con algunos ejemplares prestados por importantes coleccionistas.

Texto: Germán Nájera ± Foto: Patek Philippe