El diamante en forma de pera, también diamante en forma de lágrima, tiene una rica y legendaria historia que se remonta a varios siglos.
Creado por primera vez en el siglo XV por el pulidor flamenco Lodewyk van Berquem, a quien se le atribuye la invención de la rueda de pulido de diamantes –scaif–, que le permitió cortar facetas en los diamantes y mejorar su brillo. Su trabajo marcó un avance significativo en el arte del tallado de diamantes.
El corte en forma de pera es una combinación del corte brillante redondo y marquesa, con un extremo redondeado y otro puntiagudo. Normalmente tiene 58 facetas, que maximizan su brillo y su fuego. “La forma única y la versatilidad del corte en forma de pera permiten personalizarlo en una variedad de configuraciones”, comenta Annabelle Pollack de Sotheby’s.
▪ Popularidad. Se ha vuelto cada vez más popular para los anillos de compromiso. Su forma única alarga el dedo y ofrece una combinación de elegancia tradicional y moderna.
A lo largo de la historia han sido los favoritos de la realeza y la nobleza por su forma distintiva y apariencia deslumbrante. Se han engastado en varias piezas de joyería, incluidas coronas, collares y broches, que simbolizan riqueza y estatus. Los diamantes en forma de pera famosos incluyen:
Estrella de África (Cullinan I): es quizás el más famoso, con un peso de 530.20 quilates. Es el diamante de talla pura más grande del mundo y está engastado en las Joyas de la Corona británica.
Taylor-Burton: con un peso original de 240.80 quilates en bruto, fue cortado en forma de pera de 69.42 quilates y fue comprado por el actor Richard Burton para Elizabeth Taylor en 1969.
▪ Claridad: la precisión del corte es crucial. La simetría del diamante debe ser perfecta para garantizar que la luz se refleje de manera uniforme, evitando un efecto de "pajarita", que puede provocar una zona oscura en el centro del diamante.
▪ Proporciones de corte y relación entre largo y ancho: la relación ideal entre largo y ancho es subjetiva y varía según las preferencias personales. Una relación típica oscila entre 1.45 y 1.75. Un diamante en forma de pera bien tallado debe tener una simetría excelente, con la punta alineada con el centro del extremo redondeado.
▪ Diamantes tipo I y tipo II. Aproximadamente el 95% de los diamantes son de tipo Ia y contienen trazas de nitrógeno. La mayoría de los anillos de compromiso y otras joyas con diamantes están hechos de diamantes tipo Ia. Los diamantes tipo Ib suelen asociarse con diamantes de color amarillo canario intenso y se utilizan a menudo para joyería.
Los diamantes tipo II son mucho más raros que los tipo I y tienen menos inclusiones y una mayor claridad que los diamantes tipo I más comunes.
Los diamantes tipo IIa son la forma más pura de diamantes, sin impurezas medibles de nitrógeno o boro. Estos diamantes suelen ser incoloros, pero también pueden encontrarse en colores raros como rosa, marrón o azul. Son extremadamente raros y representan menos del 2% de todos los diamantes extraídos.
Estos diamantes se forman en condiciones de alta presión y alta temperatura que pueden darle una mayor claridad y brillo. Los diamantes tipo IIb contienen boro, que les da un color azul o azul grisáceo. A diferencia de otros diamantes, los tipo IIb son semiconductores y pueden conducir electricidad, y son incluso más raros que los tipo IIa. El diamante Hope es un ejemplo de un famoso diamante tipo IIb.
▪ Colores elegantes. Un diamante en forma de pera realza y resalta el color de la piedra. Puede realzar el color de los diamantes de colores de fantasía, que lo convierte en una opción favorita para las piedras de color. La disposición del corte y la faceta pueden ayudar a concentrar y reflejar el color, haciendo que el tono parezca más vivo e intenso.
Los diamantes en forma de pera pueden maximizar el tamaño visual de un diamante, lo que es particularmente importante para los diamantes de color, ya que las piedras más grandes tienden a mostrar el color de manera más prominente. Son significativamente más caros que los diamantes blancos de tamaño y calidad similares debido a su rareza en el mercado.
▪ Anillos de diamantes de talla pera de famosos. En 1969, Richard Burton le regaló uno a Elizabeth Taylor de 69.42 quilates que posteriormente ella convirtió en un collar.
Victoria Beckham recibió de David Beckham uno de 17 quilates engastado en una banda pavé en 2005.
El anillo de compromiso de dos piedras de Emily Ratajkowski presentaba un diamante en forma de pera de 3 quilates y uno de talla princesa de 2 quilates. Después de separarse, ella hizo que los anillos se convirtieran en dos, separados.
El anillo de compromiso de Cardi B de Offset presenta un diamante de 8 quilates.
Paris Hilton recibió en 2018 uno de 20 quilates de Chris Zylka. Paris se quedó con el anillo después de que cancelaran su compromiso.