Desde bocetos hasta modelos CAD de realidad virtual, el equipo de diseño, supervisado en ese momento por el exdirector de diseño de Bugatti, Achim Anscheidt, y su sucesor, Frank Heyl, había reducido sus numerosos diseños a las propuestas finales de Tourbillon.
Durante muchos meses, habían estado desarrollando ideas basadas en más de un siglo de historia de Bugatti, reinventando las legendarias señales de diseño de los modelos más emblemáticos de la marca, buscando mantener clara la identidad de Bugatti, al entrar en una era completamente nueva.
Finalmente, meticulosamente elaboradas en modelos dibujados de tamaño real, febrero de 2022 fue el momento en que fueron presentados ante la junta y se elegiría en los siguientes meses el diseño final para los estudios de viabilidad.
El proceso no resultó fácil, y como apunta Achim Anscheidt, exdirector de diseño de Bugatti, “desde el Veyron, hace casi 20 años, los Bugatti han sido diseñados en torno al legendario motor W16, pero ahora tenemos la oportunidad de transformar por completo la identidad en torno a un motor V16 híbrido completamente nuevo”.
Anscheidt y su equipo recomendaron a la junta directiva y accionistas un modelo para la nueva era, “que destile la esencia del moderno ADN de Bugatti en un solo diseño: un auto que, desde cualquier distancia, muestre inequívocamente el legado incomparable de la marca”.
Este momento fue un punto de inflexión no solo en el desarrollo del Tourbillon, sino también en la evolución inminente y a largo plazo de Bugatti. El diseño de este auto influirá en cada nuevo Bugatti de esta época, además de actuar como fuente de inspiración para las generaciones de diseñadores de Bugatti que llegarán.
El proceso de selección de los estudios de diseño no fue simplemente una cuestión de estética. Fue una evaluación exhaustiva de cómo se comportaría cada diseño en su camino hacia un automóvil de producción, incluida su viabilidad técnica, capacidad para cumplir con los requisitos de homologación y la necesidad de preservar los elementos de diseño icónicos que hacen que un Bugatti sea reconocible al instante.
Para un automóvil capaz de viajar a más de 400 km/h, también es extremadamente importante que la aerodinámica y la termodinámica estén perfectamente equilibradas.
Tras mostrar los modelos, la solución quedó clara. La junta directiva y los equipos de diseño acordaron que el diseño exterior más auténtico y atemporal para esta nueva era de Bugatti era una fusión de elementos de diseño de los modelos exhibidos.
"Hoy estamos sentando las bases para los próximos 100 años de Bugatti", afirmó Mate Rimac, CEO de Bugatti Rimac. "No se trata solo de crear otro superdeportivo, sino de definir lo que Bugatti representará para las generaciones venideras, por lo que tenemos que hacerlo bien. Las decisiones que tomemos ahora determinarán el futuro de la marca, al igual que el Chiron se convirtió en el modelo a seguir para una serie de derivados y ediciones especiales desde su presentación en 2016".
La finalización del diseño de Tourbillon fue un hito importante, pero es solo el comienzo del camino hacia las primeras entregas en 2026. Ya han pasado dos años y medio desde este momento crucial, el diseño se ha perfeccionado hasta alcanzar su forma de producción final y fue dado a conocer al mundo.
Tras su estreno mundial en la casa de Bugatti en junio, la reacción ha sido tan positiva que las 250 plazas de producción fueron adquiridas poco después de su introducción.