En los anales del automovilismo, pocos modelos han demostrado ser tan exitosos como el Bugatti Type 35, que debutó en las competencias hace 100 años.

El Type 35 no tenía parangón. Los principios visionarios de diseño e ingeniería de Ettore Bugatti, junto con su incansable búsqueda de la perfección, dieron como resultado un auto que dominó los Grandes Premios y los rallies en carretera en todo el mundo, obteniendo unas 2,500 victorias.

Desde las principales carreras en carretera de la época que precedieron al nacimiento del Bugatti Type 35, como la Targa Florio, hasta las épicas subidas a la montaña, como La Turbie en Francia, el Bugatti Type 35 y sus procedentes arrasaron donde se presentaron.

En el apogeo de su potencia, el Bugatti Type 35 obtuvo una media de 12 victorias mensuales. Apenas dos años después de su debut en el Gran Premio de Lyon de 1924, el Type 35 ganó el Campeonato Mundial de Grandes Premios de 1926. Entre 1925 y 1929, el Type 35 también se apoderó de la extenuante prueba de carretera Targa Florio, llevándose la victoria en las montañas de Sicilia en cinco ocasiones consecutivas.

Con su manejo ágil para conquistar curvas cerradas y una excelente relación potencia-peso, y una aceleración que le permitía subir las pendientes más pronunciadas, el Type 35 sobresalió, recogiendo el testigo de su predecesor, el Type 13, con el que Jean Mabille dominó la famosa subida de montaña La Turbie en Francia en 1922. En 1930, René Dreyfus siguió los pasos de Mabille hasta la victoria en un Bugatti Type 35B.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, El Type 35 continúa inspirando respeto y admiración, tal como lo hizo cuando salió a la pista por primera vez hace 100 años. El Type 35 continúa inspirando respeto y admiración, tal como lo hizo cuando salió a la pista por primera vez hace 100 años.

 

Aunque en 1928 no hubo un título mundial oficial por el que luchar debido a la cancelación de eventos, el año resultó estelar para Bugatti y el Type 35, con victorias carrera tras carrera. De las 26 pruebas internacionales de primer nivel celebradas en 1928, los pilotos de Bugatti obtuvieron el primer puesto en 23, incluidos 11 Grandes Premios y la Targa Florio.

Pero fue en el año siguiente, 1929, cuando Bugatti consiguió una de sus victorias más prestigiosas con el Type 35. El piloto monegasco Louis Chiron venció a la industria automovilística alemana en su propio patio trasero cuando ganó el Gran Premio de las Naciones en Nürburgring, solo dos años después de la inauguración del circuito.

El último año de la década de 1920 fue también el año en que se celebró por primera vez el Gran Premio de Mónaco. Allí, un Bugatti Type 35B llevó a William Grover-Williams a la victoria en el circuito urbano, lo que le valió al piloto británico un premio de 100,000 francos franceses, una fortuna en aquella época. Grover-Williams ya había ganado el Gran Premio de Francia de 1928 con un Bugatti Type 35; volvería a ganar la carrera con el mismo modelo en 1929.

Uno de los eventos menos recordados en los que el Bugatti Type 35 sobresalió fue el Gran Premio de La Baule.

Las doradas arenas de La Baule resultaron ser un terreno fértil para el Bugatti Type 35, y el piloto británico, el capitán George Eyston, ganó la prueba de 1927 con una ventaja de más de seis minutos con su Type 35B. Al año siguiente, Pierre Blaque-Belair se alzó con la victoria con su Type 35.

Después de dominar el mundo del automovilismo a finales de la década de 1920 y principios de la de 1930, la estrella del Bugatti Type 35 inevitablemente comenzó a decaer a medida que surgían modelos más nuevos y potentes de Molsheim, hogar de Bugatti.