Tras recorrer solo 78 kilómetros en 1999, el Porsche LMP 2000 fue cubierto con una lona y quedó abandonado durante más de dos décadas.

Pasado el tiempo, el equipo del Museo y Patrimonio de Porsche le devolvió la vida, con todos los mitos que rodean su existencia. Veinticinco años después, muchos de los que formaron parte del programa original se reencontraron en la nueva presentación del auto, donde Allan McNish estaba al volante, igual que en 1999.

El LMP 2000 no había completado una sola vuelta en competencia, pero durante las últimas dos décadas y media permaneció en los pensamientos de quienes lo crearon. En su 25º aniversario, el equipo del Museo y Patrimonio de Porsche lo puso a punto para rodar de nuevo. Al volante estaba el escocés McNish, que fue la última persona que lo condujo durante su fase desarrollo, en 1999.

Mientras el piloto de 54 años daba las primeras vueltas a la pista de pruebas de 2.8 km, se unieron algunos miembros del equipo que participó en el proyecto, que hace un cuarto de siglo llevaba el nombre secreto de "9R3".

Fue desarrollado originalmente para la categoría de prototipos LMP900 de Le Mans, lo que significa que no pesaba más de 900 kg, de acuerdo con el reglamento. El objetivo era la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans. Los datos son tan impresionantes como el propósito del auto: una potencia superior a 600 HP, procedente de un motor V10 atmosférico de 5.5 litros.

Como piloto oficial de Porsche, McNish condujo el auto por primera vez el 3 de noviembre de 1999. Ese día, a pesar de que los neumáticos no eran los adecuados para la baja temperatura, alcanzó una velocidad máxima de 302 km/h, recorrió 60 km y batió el récord de vuelta. El día anterior, Bob Wollek, fallecido en 2001, ya había completado los primeros kilómetros en el auto. Juntos sumaron 78 km en el LMP 2000 durante dos días.

El V10 del LMP 2000 se basa en un motor anterior de Fórmula 1 de Porsche: un 3.5 litros de altas revoluciones con control neumático de las válvulas, desarrollado originalmente para competir en el campeonato de monoplazas a principios de la década de 1990. Para su uso en Le Mans, los creadores lo modificaron, dado que había sido diseñado originalmente para carreras de distancias mucho más cortas.

 

La primera prueba como bienvenida y despedida al mismo tiempo

Para Norbert Singer, el LMP 2000 con chasis de carbono es también un proyecto muy querido. Piensa en 1998, cuando nació la idea de este auto. Por aquel entonces, el experimentado ingeniero de carreras, su equipo y el Porsche 911 GT1 '98 habían logrado un doblete en las 24 Horas de Le Mans.

"Optamos por un motor atmosférico de 10 cilindros, en lugar de uno turboalimentado, y por un auto con carrocería abierta que, por razones aerodinámicas, permitía una mayor carga", explica Singer. Pero incluso cuando el equipo seguía firmemente centrado en la participación en Le Mans, el proyecto se canceló en agosto de 1999. La participación en la carrera de 24 horas se rechazó por razones presupuestarias.

La puesta en marcha del 25º aniversario no es solo un éxito técnico para todo el equipo, sino también un homenaje a cuantos invirtieron su tiempo, energía y pasión en el desarrollo del auto. El LMP 2000 encarnaba la esencia de lo que es la empresa: la determinación de redefinir constantemente lo que es factible y el valor de aferrarse a las grandes ideas incluso contra la adversidad. Es y seguirá siendo un proyecto entrañable, que refleja los valores de Porsche. Desvelado, lleno de historias y por fin listo para contarlas.