Desde hace varias décadas los relojes-joya de la colección L’Heure du Diamant simbolizan la dualidad de los excepcionales saber hacer de Chopard.

La colección incorpora un nuevo modelo de formas estilizadas, de oro ético rosa de 18 quilates, vestido con una esfera de malaquita rodeada de diamantes según la técnica del engaste corona. Impulsado por el movimiento automático Chopard 09.01-C con 42 horas de reserva de la marcha, este reloj talismán es el testimonio de la emoción que surge cuando técnica, forma y material se unen en una alquimia perfecta.

Estas joyas de la relojería combinadas con esferas de colores en piedras ornamentales son el resultado de más de un siglo de supremacía técnica y estética: a principios del siglo XX. El patrimonio histórico fue reconocido en 2013, cuando el Gran Premio de Relojería de Ginebra galardonó a un reloj L'Heure du Diamant de oro rosa totalmente cubierto con un pavé de diamantes en su categoría de «Joyería».

Imbuidos de armonía y simetría, los modelos L'Heure du Diamant se presentan en una gran variedad de formas de caja: redonda, ovalada, en forma de cojín, octogonal o en forma de corazón. Y ahora, con una forma de rombo de proporciones muy estudiadas. Una auténtica riqueza creativa que ha convertido a la colección en una referencia en el mundo de la relojería.

 

Corona de diamantes

El rasgo distintivo de la gama L'Heure du Diamant es un bisel de forma alargada totalmente engastado con dos hileras de diamantes de talla generosa que rodean una esfera cincelada en la riqueza cromática y el simbolismo poético de las piedras ornamentales.

Así, este nuevo modelo se viste de los encantos de la malaquita: conocida por ser la piedra de la transformación, este mineral verde, portador de esperanza y de renovación, está recorrido por un sutil veteado verde que se debe a la presencia de cobre en su composición química. Su tono natural ofrece un bello contraste con las agujas de hoja doradas. Combina con una correa de cuero de caimán a juego.

Con un total de 6.85 quilates de diamantes, el majestuoso bisel destaca gracias a una técnica de engaste única, icónica de Chopard: el engaste corona, que realza la belleza de cada uno de los diamantes permitiendo que la luz penetre en ellas y se pasee a su través. Diseñado con unas garras en forma de V, este engaste desarrollado por Karl Scheufele sostiene la disposición de los diamantes como si se tratara de un guipur invisible.

En el corazón del reloj late el movimiento automático Chopard 09.01-C; con una reserva de la marcha de 42 horas, este calibre está completamente desarrollado, fabricado y ensamblado en los talleres de relojería de la Manufacture. Perfecto ejemplo de un rendimiento relojero y de un diseño joyero igualmente dominado por Chopard, L’Heure du Diamant se convierte así en la vitrina del virtuosismo de sus artesanos.