Calificada como “la carrera más hermosa del mundo” por Enzo Ferrari, finalizó la 43ª Mille Miglia 2025, donde compiten autos fabricados entre 1927 y 1957.
Con cinco días de la prueba, 430 modelos participantes, de los cuales 368 recibieron la bandera a cuadros tras completar en ocho etapas el recorrido Brescia-Roma-Brescia, uniendo simbólicamente no solo el Norte y el Sur, sino también el Este y el Oeste, desde el mar Adriático hasta la costa del Tirreno.
Andrea Vesco y Fabio Salvinelli al volante de un Alfa Romeo 6C 1750 Ss de 1929, volvieron a alzarse con la victoria, a pesar de que Daniel Andres Erejomovich y Gustavo Llanos no se lo pusieron fácil con su 6C 1500 Ss de 1929, logrando, incluso, arrebatarles el primer puesto al final del cuarto día.
La tercera posición fue para Tonconogy-Ruffini con un 6C 1750 GS de 1931. Roland Hotz y Giordano Mozzi ganaron la Ferrari Tribute 1000 Miglia con un F8 Spider, mientras que Mirco Magni y Federico Giavardi con un Polestar 4 ganaron la séptima edición de la 1000 Miglia Green.
La Flecha Roja ganadora atravesó pueblos, ciudades de arte, pasos de los Apeninos y plazas festivas, convirtiendo cada etapa en una instantánea de Italia. La ruta siguió las venas más pequeñas de Italia, esas que no siempre aparecen en los folletos, pero que devuelven el alma más auténtica del país. Tras partir de Viale Venezia, las tripulaciones llegaron a Ferrara, con la magia nocturna del Castillo de Estense.
Al día siguiente, llegaron a la capital a través de las curvas de Mugello y las tierras del Valle de Orcia. La tercera etapa, al amanecer, se despidió de Roma entre los palacios aún dormidos, ascendiendo a Orvieto y Arezzo, antes del abrazo vespertino de Cervia. Desde allí, el espectacular paso por el corazón de Versilia, con el tránsito dentro de la Academia Naval de Livorno y las históricas curvas del Paso de Cisa.
El viaje de regreso rindió homenaje a la Italia del Valle del Po: Cremona, Soncino, Franciacorta. Y finalmente, Brescia, que recibió de nueva cuenta a los autos y sus tripulaciones con un festival de música y una ovación digna de “la carrera más hermosa del mundo”.