Lanzado en 1959, como un instrumento profesional para el buceo, Longines Legend Diver no solo ha resistido el paso del tiempo, sino que ha evolucionado con una fidelidad acorde a su identidad original.

Certificado como reloj de buceo profesional (ISO 6425), con estanqueidad de hasta 30 bares (300 metros), el Legend Diver 2025 encarna la coherencia de Longines, con una esfera blanca mate que, además de una belleza sobria y limpia, garantiza un contraste y una legibilidad excepcionales.

Su superficie nítida está acompañada por índices alargados y números árabes en relieve, mientras que las agujas negras satinadas con detalles en verde claro, todas con tratamiento Super-LumiNova, aseguran una lectura precisa en cualquier situación, incluso en las profundidades del océano.

Este cronómetro es reconocible al instante gracias a sus dos coronas –una de ellas, a las 2, encargada de accionar el bisel interno giratorio bidireccional–, uno de los sellos más característicos del diseño original. Esta solución técnica, revolucionaria desde su aparición en 1936, continúa vigente por su funcionalidad: evita manipulaciones accidentales y ofrece una protección superior.

Todo queda resguardado bajo un cristal de zafiro abombado, con revestimiento metálico negro y tratamiento antirreflejos multicapa por ambos lados.

La caja de acero inoxidable de 39 mm conserva los acabados pulidos y satinados que han distinguido a esta línea desde su nacimiento. La pulsera, por su parte, combina tradición y confort: un brazalete de acero inoxidable con eslabones centrales tipo “cuentas de arroz”, sinónimo de flexibilidad, complementado por un doble cierre desplegable de seguridad con microajuste.

Como parte de esta evolución, Longines amplía la familia Legend Diver con dos versiones adicionales con esferas azul o negra lacada, a juego con nuevas correas de caucho del mismo color. Esta opción, cada vez más relevante para quienes alternan entre lo urbano y lo aventurero, ofrece una notable durabilidad sin renunciar a la sofisticación. Cada correa incluye hebilla con hebijón, un guiño a la relojería tradicional, que garantiza un ajuste firme tanto en tierra como en inmersión.

En el corazón de estas piezas late el calibre exclusivo Longines L888.6, certificado por el COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), un estándar que confirma su precisión excepcional. Este movimiento automático incorpora una espiral de silicio y componentes antimagnéticos que superan en diez veces la resistencia exigida por la norma ISO 764. Además, ofrece una reserva de marcha de hasta 72 horas: un respaldo sólido para quienes viven el tiempo con intensidad.