Con motivo de la Independencia de México y en homenaje al espíritu vibrante de nuestra nación, Tiffany & Co. presentó una obra maestra digna de celebración: una edición especial del mítico broche Bird on a Rock, reinventado con los colores de México y con la grandeza de la alta joyería.
La pieza encarna la pasión de un país que brilla en cada detalle. Al centro, resplandece una turmalina verde de 24.48 quilates, de intensidad hipnótica, sobre la que descansa el célebre pájaro diseñado en 1965 por Jean Schlumberger (1907-1987).
El plumaje del ave se reviste de un festín cromático que evoca nuestra bandera: 14 esmeraldas, 57 rubíes de casi 3 quilates y más de 2 quilates en diamantes. Nunca antes el engaste del Bird había sido concebido con tal dedicación para honrar directamente los colores de una nación.
El resultado es un broche que respira historia y modernidad, cultura y savoir faire. Una creación que requirió más de 150 horas de meticulosa labor artesanal, donde cada gema fue seleccionada y colocada con el rigor de la tradición joyera que distingue a Tiffany & Co.
Este tributo tiene raíces profundas. A inicios del siglo XX, Louis Comfort Tiffany (1848-1933), primer director de diseño de la Casa, dejó una huella indeleble en México al crear el monumental telón-vitral del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, realizado con un millón de piezas de cristal y un peso de 22 toneladas, con medidas de 12.5×14.5 metros, comisionado al arquitecto italiano Adamo Boari (1863-1928) y construido de 1904 a 1934.
Hoy, más de un siglo después, esa relación se reaviva en un Bird on a Rock que late al ritmo de México.
“Esta joya es una celebración tanto del legado vibrante del país como de la maestría extraordinaria de Tiffany”, señaló Victoria Wirth Reynolds, Chief Gemologist de la firma.
Con esta edición única, Tiffany & Co. no solo reinterpreta un ícono de su legado, sino que también enaltece el alma mexicana en una pieza que es, a la vez, joya y símbolo. Un broche que proclama con orgullo y elegancia: ¡Viva México!