Hablar del Bugatti Bolide es hablar de un automóvil que desafía los límites de la ingeniería y del automovilismo de alto rendimiento.
Concebido como una obra maestra de la velocidad y la precisión, este hiperdeportivo traslada el icónico motor W16 de la marca a un territorio en el que la ligereza extrema y la aerodinámica radical hacen posible una experiencia sensorial sin precedentes. El Bolide no es solo un vehículo: es un ritual de poder, emoción y control en algunos de los circuitos más exigentes del planeta.
Pero alcanzar esa perfección en pista requiere algo más que un diseño extraordinario. Bugatti ha entendido que un superauto de estas características demanda un ecosistema de soporte igualmente excepcional. Por ello, creó una red mundial de Centros Bolide Certificados, auténticos santuarios de servicio donde la experiencia del cliente se eleva al mismo nivel que el rendimiento del automóvil. Estos centros han sido seleccionados bajo criterios rigurosos y ofrecen un acompañamiento integral que abarca desde la inspección previa a la entrega y la entrega personalizada, hasta soluciones exclusivas de almacenamiento privado y mantenimiento anual.
El siguiente nivel de esta estrategia de servicio ha llegado con la implementación de un programa global de formación para especialistas de los Centros Bolide, equipos de carreras internos y clientes privados. El objetivo: dotar a técnicos altamente capacitados de la certificación necesaria para brindar supervisión y soporte completo en pista. Así, quienes poseen un Bolide pueden sumergirse en la experiencia del automovilismo recreativo y competitivo con la seguridad de estar respaldados por expertos que conocen cada detalle del vehículo.
El proceso que vive cada cliente es tan minucioso como la puesta a punto de un monoplaza de competición. Todo inicia con una entrega dinámica que introduce al piloto en las particularidades del Bolide. Posteriormente, antes de cada evento privado, se realiza una evaluación exhaustiva del auto. Para los propietarios que incursionan en competencias, los Centros Bolide ofrecen un paquete integral: preparación del garaje, gestión técnica en pista y asistencia continua en cualquier circuito aprobado a nivel mundial. El compromiso es garantizar que cada kilómetro recorrido esté acompañado de una supervisión impecable.
Detrás de esta experiencia única hay una formación igualmente exigente. Durante un programa intensivo de cuatro días, los técnicos reciben instrucción tanto en la histórica sede de Molsheim como en el Circuito de Mirecourt. Ahí, aprenden desde los procedimientos completos de competición hasta la logística de transporte del Bolide, pasando por talleres y simulaciones prácticas que exigen un dominio total de su arquitectura.
El programa culmina con una prueba definitiva: asistir al piloto oficial de Bugatti, Bruno Spengler, en una jornada de evaluación en pista. Solo quienes superan esta exigente etapa son acreditados para acompañar a los clientes en su travesía.
Con esta red global de especialistas certificados, Bugatti no solo entrega un automóvil capaz de desafiar los límites de la física: ofrece una experiencia integral que combina perfección técnica y acompañamiento humano al más alto nivel.