Fiel a su espíritu pionero, TAG Heuer exploró nuevas dimensiones en la relojería contemporánea, combinando ingeniería, diseño y narrativa en una sinfonía de precisión.

Dos lanzamientos encabezaron su propuesta: TH-Carbonspring, una revolución técnica que redefine el corazón del reloj mecánico, y Carrera Astronomer [foto inicial], una poética fusión entre ciencia y arte celeste.

TAG Heuer presentó el oscilador TH-Carbonspring, una innovación que marca un antes y un después en la mecánica moderna. Concebido, desarrollado y producido completamente en el laboratorio de la marca, este componente sustituye las tradicionales espirales de acero o silicio por una estructura de carbono compuesta, mucho más resistente, estable y precisa. Su creación coincide con el 350º aniversario del oscilador, rindiendo homenaje a la historia relojera mientras inaugura un nuevo paradigma tecnológico.

Las primeras piezas en incorporar esta proeza son dos de los íconos más representativos de TAG Heuer: el Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring y el Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring. Ambos modelos combinan la herencia deportiva del automovilismo con una innovación que mejora la exactitud y la durabilidad a niveles sin precedentes.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring [<em>izq</em>.] y Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring [<em>der</em>.]. Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring [izq.] y Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring [der.].

 

El ritmo del cosmos

Si el Carbonspring representa el corazón de la tierra, el Carrera Astronomer mira hacia el cielo. Inspirado en la fascinación de TAG Heuer por la exploración espacial –recordemos al astronauta John Glenn portando un cronómetro Heuer en la misión Friendship 7 de la NASA–, este modelo reinterpreta la complicación de fase lunar con precisión científica y un diseño de profunda elegancia.

Su Calibre 7 ofrece 50 horas de reserva de marcha y un disco giratorio que muestra las siete fases de la luna en un ciclo exacto de 29.5 días. A través del fondo de zafiro, se revela un grabado de observatorio astronómico que simboliza la conexión entre el tiempo humano y el movimiento del cosmos.

El Carrera Astronomer se presenta en tres versiones: una en acero inoxidable con esfera plateada y disco lunar negro; una edición limitada de 500 piezas en acero con acentos turquesa y correa gris de piel; y una tercera, también limitada, que combina acero y oro rosa de 18 quilates con un elegante brazalete de cuentas de arroz.

Con esta dupla de lanzamientos, TAG Heuer reafirma su papel como laboratorio de ideas en constante evolución. El TH-Carbonspring lleva la precisión a un nuevo nivel físico, mientras que el Carrera Astronomer traduce la mecánica en poesía visual. En conjunto, ambos representan el espíritu de una marca que no mide el tiempo: lo desafía.