Con motivo del 240º aniversario de la maison, L. Leroy creó Bal du Temps, de la colección Osmior, caracterizada por códigos estéticos clásicos.
Se trata de un modelo dotado de complicaciones del más alto nivel técnico, como el tourbillon y la repetición de minutos, que se producirá en número limitado.
Esta nueva creación marca el comienzo de una nueva era para L. Leroy, cuyo deseo es perpetuar su glorioso pasado respetando plenamente el ADN de la marca. Por ello, se presta especial atención a los cánones estéticos que la definen, a los exquisitos acabados que realzan su fascinante belleza y a la compleja mecánica con sus impresionantes complicaciones.
La caja está fabricada con metales nobles como el oro de 18 quilates 5N y el platino, así como con un material más moderno, el titanio de grado 5, muy apreciado por su ligereza. Estas tres variantes tienen un diámetro de 43 mm y un grosor de 13.60 mm (incluido el cristal de zafiro abombado), lo que supone un grosor moderado teniendo en cuenta las complicaciones del movimiento.
Con una superficie pulida y una forma de «tambor», característica emblemática que identifica inmediatamente a la colección Osmior. Las asas están biseladas y ligeramente acampanadas, con extremos redondeados. La corona está grabada con la doble «L» entrelazada y pulida del logotipo de la Maison, que destaca sobre la superficie arenada. Las ranuras alrededor de la circunferencia facilitan el agarre al dar cuerda al reloj y ajustar la hora.
También se han tomado diversas medidas en relación con el anillo que fija el cristal de zafiro antirreflectante en la parte posterior del reloj. Mientras que el perímetro exterior es plano, la parte orientada hacia el interior presenta segmentos abombados, interrumpidos por la posición de los seis tornillos de fijación. Estas partes se han creado mediante el método de estampado en relieve.
La caja del Bal du Temps es hermética hasta 3 atm y una correa negra de cocodrilo, con escamas anchas y costuras a tono la mantiene en la muñeca. El forro interior también es de piel de cocodrilo, pero con escamas pequeñas. El diseño exclusivo de la hebilla desplegable, en materiales a juego con la caja, se compone del logotipo de la doble «L» situado en el interior del anillo, lo que le confiere un estilo original.
La esfera: un encanto para la vista
Hay un detalle intrigante que llama la atención: la esfera solo tiene una aguja, la de las horas, mientras que los minutos se indican mediante un sofisticado mecanismo acústico, llamado repetición de minutos, que se activa mediante un cursor situado a las 9 horas. Una lectura del tiempo que no es totalmente nueva para la Maison, que se inspira en el histórico reloj «a tact» realizado para el príncipe Émile Maximilien Léopold Auguste de Hesse hacia 1810 y que ya ha sido objeto de un reciente reloj producido por la marca.
La esfera con acabado rayos de sol está decorada con números árabes que recuerdan a las piezas históricas de L. Leroy. Cada material de la caja adopta un color diferente, lo que confiere a cada reloj de la colección una identidad única. La paleta va desde el plateado sobre titanio, que ofrece un efecto tono sobre tono muy discreto, realzado por la aguja azul tratada con ALD, hasta el azul claro tratado con ALD combinado con el precioso platino y una aguja chapada en rodio, pasando por el gris antracita, sobre el que destacan los números dorados y la aguja de las horas en la versión con caja de 18K5N.
La jaula del tourbillon volante a las 6 horas da una vuelta completa en un minuto y está adornada con un puente que luce la doble «L» entrelazada, símbolo de la Maison. Realizada en titanio brillante, presenta perfiles biselados y pulidos y está fijada con tornillos y pilares de oro blanco.
En el corazón del nuevo Bal du Temps se encuentra el calibre L601SQ, dotado de dos de las complicaciones relojeras más nobles: la repetición de minutos y el tourbillon, que en nuestro modelo es volante.
El tourbillon, inventado y patentado por Breguet en 1801, es otra obra maestra de la tecnología relojera. Permite neutralizar los efectos negativos de la gravedad sobre la precisión de la medición del tiempo y se compone de una jaula móvil visualmente llamativa que contiene todo el órgano regulador (balanza, escape y áncora), que gira sobre sí misma en un minuto para compensar las imprecisiones horarias.