Pedro de Uriarte, el primer mexicano en completar el Rally Dakar a bordo de una motocicleta, cuando la competencia aún surcaba las dunas africanas y el riesgo era tan mítico como brutal, volverá a la mítica competencia –Dakar–.
Sobre dos ruedas enfrentó temperaturas que rebasaban los 50 grados y etapas que ponían al límite incluso a los más curtidos pilotos europeos. Años más tarde, se atrevió de nuevo al desafío, esta vez al volante de un automóvil, convirtiéndose también en el primer mexicano en tomar la partida en dos categorías distintas.
Ahora, casi dos décadas después de aquella gesta, De Uriarte vuelve a ponerse el casco y el corazón en modo Dakar. El piloto ha sido convocado por el equipo neerlandés De Rooy, leyenda viva de la categoría de camiones y varias veces campeón de la competencia, para una prueba de cuatro días en el desierto del Sahara, del 30 de octubre al 2 de noviembre, con la mira puesta en su incorporación oficial para la edición 2026 del Rally Dakar a realizarse del 3 al 17 de enero de 2026 en Arabia Saudita.
Del Rally de Marruecos al Team De Rooy
La relación entre Pedro de Uriarte y el Team De Rooy no es fortuita. Desde 2016, el mexicano ha tenido una participación constante en el Rally de Marruecos, considerado el segundo evento más importante del calendario mundial de rally raid, solo detrás del Dakar. En esas arenas, De Uriarte y los integrantes del equipo neerlandés cruzaron caminos una y otra vez, compartiendo experiencias y campamentos en el desierto.
Con el paso de los años, la confianza se transformó en amistad y la amistad, en una oportunidad que pocos pilotos ajenos a Europa logran alcanzar: ser invitado a probar uno de los camiones estelares IVECO del Team De Rooy, auténticas bestias de más de 10 toneladas capaces de devorar dunas a velocidades que desafían la física.
Durante los cuatro días de prueba en el Sahara, De Uriarte y su copiloto Eduardo Vanzzini –inseparable compañero de ruta en competencias como el Dakar, el Rally Caminos de la Seda y el Rally Marruecos– se someterán a un exigente programa de adaptación. El primer día estará dedicado a la preparación física y al ajuste ergonómico en la cabina del camión; el segundo, a la capacitación técnica con el equipo de ingenieros holandeses; y los dos últimos, a un recorrido de 800 kilómetros entre dunas y pistas rápidas, simulando condiciones reales del Dakar.
“Es un gusto muy grande haber recibido la invitación del Team De Rooy para probar uno de sus camiones estelares del Rally Dakar”, comenta De Uriarte. “En motos tuve el honor de ser el primer mexicano en cruzar la meta cuando se competía en territorio africano, y en autos me vi obligado a abandonar en dos ocasiones por fallas mecánicas. Si todo marcha bien, podré convertirme en el primer piloto mexicano en disputar el Dakar en sus tres categorías estelares: motos, autos y camiones”.
Espíritu indomable
Con 56 años, De Uriarte encarna el espíritu que ha hecho del Dakar una leyenda: perseverancia, técnica y una dosis de locura necesaria para desafiar el desierto. Su regreso no solo representa una nueva página en su carrera, sino también un renacer del automovilismo extremo mexicano en la escena mundial.