Maserati trajo de vuelta su inconfundible espíritu de competición al corazón del automovilismo estadounidense.
El legendario Tridente fue protagonista del GT America powered by AWS, en el histórico Indianapolis Motor Speedway, donde debutó oficialmente en Estados Unidos el Maserati GT2 Race Car, la más reciente encarnación del ADN deportivo que ha distinguido a la marca italiana durante más de un siglo.
Tras una temporada triunfal en la Fanatec GT2 European Series, el GT2 aterrizó en Indianápolis con una decoración que rindió homenaje al mítico Maserati 8CTF, vencedor de las 500 Millas de Indianápolis en 1939 y 1940 con Warren Wilbur Shaw al volante. Aquellas gestas marcaron para siempre la relación entre Maserati y el circuito más famoso del mundo, y hoy, más de ocho décadas después, ese vínculo revive con una nueva generación de ingeniería italiana.
El Maserati GT2 representa una evolución natural del MC20, potenciado por el motor Nettuno V6 biturbo y moldeado con una carrocería íntegramente de fibra de carbono. Su presencia en Indianápolis simbolizó tanto un regreso a los orígenes como una visión hacia el futuro de Maserati Corse, la división de competición que lleva al límite la filosofía de rendimiento y diseño de la marca.
El GT America powered by AWS ofreció el escenario ideal para este regreso. Esta serie, inspirada en el histórico World Challenge, reúne autos homologados GT3, GT2 y GT4 en carreras sprint de 40 minutos con un solo piloto, combinando emoción pura y accesibilidad. Con su formato multiclase y su ambiente familiar, la temporada culminó en el Brickyard, un lugar que para Maserati significa historia, gloria y destino.
En la Fan Zone, los asistentes pudieron admirar de cerca tres expresiones distintas del espíritu Maserati:
▪ Maserati GT2: pura máquina de competición, sin concesiones y sin homologación para carretera. Con una aerodinámica precisa y una estética que mezcla elegancia y agresividad, está listo para conquistar los circuitos estadounidenses a partir de 2026.
▪ Maserati GT2 Stradale (MCPURA): superdeportivo homologado apenas para circular por carretera, fusión perfecta entre el rendimiento extremo del GT2 y la sofisticación del MC20.
▪ Maserati MCXtrema: la joya de la corona. Con 730 caballos de fuerza, esta “Bestia de circuito” es la creación más poderosa en la historia de la marca. Su diseño bitono azul mate y blanco “Corse” evoca el icónico MC12, y su producción limitada a 62 unidades lo convierte en un objeto de culto para coleccionistas.
El momento culminante llegó con las MCXtrema Hot Laps, una experiencia reservada a unos pocos afortunados que pudieron sentir –desde el asiento del copiloto– la furia y precisión de la ingeniería italiana en su máxima expresión, rugiendo sobre el óvalo más legendario del planeta.
Con este regreso a Indianápolis, Maserati no solo celebró su glorioso pasado, sino que reafirmó su compromiso con el futuro del automovilismo. Desde los tonos amaranto del 8CTF hasta la fibra de carbono del GT2, el Tridente sigue siendo sinónimo de rendimiento, pasión y excelencia italiana: un emblema que no envejece, sino que evoluciona con cada generación de pilotos y soñadores.