A lo largo de cien años, Phantom ha sido mucho más que un automóvil: un símbolo de poder, elegancia y distinción.

Desde su debut en 1925, el buque insignia de Rolls-Royce ha acompañado a monarcas, estadistas, artistas y visionarios, convirtiéndose en un espejo de la evolución del lujo automotriz. Hoy, en su primer centenario, la firma británica rinde homenaje a su creación más legendaria con una edición tan exclusiva como sublime: Phantom Centenary Private Collection, limitada a solo 25 unidades.

La obra fue concebida por Bespoke Collective, el equipo de diseñadores, ingenieros y artesanos de Goodwood que encarna la esencia de Rolls-Royce. Inspirados por un siglo de historia, exploraron cada generación del Phantom –propietarios, creadores, lugares donde nació y momentos que definieron su legado– hasta transformarlos en 77 motivos artísticos plasmados a lo largo del vehículo. El resultado es una pieza maestra donde el arte, la técnica y la herencia convergen en una celebración de la excelencia.

El diseño evoca la elegancia atemporal de las estrellas de la era dorada de Hollywood. Su carrocería bitono combina Super Champagne Crystal sobre Arctic White y Black, una mezcla que genera un brillo metálico único gracias a partículas iridiscentes de cristal triturado.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, <em>Spirit of Ecstasy</em> fue reinterpretada en una escultura en oro macizo de 18 quilates, bañada en 24 quilates. Spirit of Ecstasy fue reinterpretada en una escultura en oro macizo de 18 quilates, bañada en 24 quilates.

 

Cada centímetro del exterior refleja el espíritu artesanal de la marca, coronado por una Spirit of Ecstasy reinterpretada: una escultura en oro macizo de 18 quilates, bañada en 24 quilates, con un esmalte blanco que lleva el nombre de la colección grabado a mano. Por primera vez, el emblema “RR” aparece también en oro y esmalte blanco, mientras que los rines lucen 25 líneas grabadas, una por cada unidad de esta serie conmemorativa.

 

La historia del Phantom, bordada y tallada

El interior es una obra de arte en movimiento. Rolls-Royce recrea la distinción de sus primeros modelos al combinar cuero y textiles, recordando cuando el asiento del chofer era sobrio y funcional, y el del pasajero trasero, un santuario de confort. Los asientos posteriores fueron inspirados en el mítico Phantom of Love de 1926: tapizados con tejidos desarrollados junto a un atelier de alta costura, que combinan impresiones de alta resolución y más de 160,000 puntadas de bordado. Las imágenes representan lugares icónicos y siete dueños legendarios del Phantom, trazados con hilos Golden Sands y Seashell que evocan la calidez del trazo a lápiz.

En los asientos delanteros, el cuero lleva grabados por láser con dibujos a mano que rinden homenaje a los códigos internos de la marca: un conejo –“Roger Rabbit”, clave del renacimiento de Rolls-Royce en 2003– y una gaviota, nombre del prototipo Phantom I de 1923.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, Los lujosos interiores del Rolls-Royce Phantom Centenary Private Collection. Los lujosos interiores del Rolls-Royce Phantom Centenary Private Collection.

 

La Anthology Gallery, pieza central del interior, está compuesta por 50 aletas de aluminio cepillado con citas extraídas de un siglo de elogios periodísticos. El juego de luces e iluminación dinámica crea una sensación de movimiento y reflexión, como si la historia del Phantom cobrara vida.

El trabajo en madera, de una complejidad nunca antes vista en la marca, plasma en marquetería tridimensional las rutas y paisajes que marcaron su historia: desde la Costa Azul donde sir Henry Royce pasaba los inviernos, hasta los caminos australianos recorridos por el primer Phantom de la era Goodwood. Las carreteras están delineadas en pan de oro de 24 quilates, mientras las flores y mapas están grabados con láser y tinta en relieve. Cada detalle, hasta un punto dorado de 2.7 mm, señala los hogares de Royce.

 

Luz, oro y herencia mecánica

El revestimiento del motor V12 de 6.75 litros –una joya de ingeniería– luce en Arctic White con detalles en oro, símbolo del poder sereno que distingue a Rolls-Royce. Sobre el techo, el Starlight Headliner borda en 440,000 puntadas la historia del Phantom: las moreras del jardín de Royce, las abejas del apiario de Goodwood y las estrellas que guían su linaje centenario.

Solo 25 propietarios en el mundo tendrán el privilegio de poseer esta obra de arte automotriz, testimonio vivo del lema que ha acompañado a Rolls-Royce desde su origen: “Strive for perfection in everything you do”.