Desde los albores de la civilización, la piedra ha sido venerada como símbolo de permanencia, fuerza y el paso del tiempo.

Este año, por primera vez en más de 200 años, Bovet presenta esferas de piedras semipreciosas: malaquita y ojo de tigre [foto inicial], en su colección Récital 12, el primer reloj de la maison con brazalete. Las vibrantes piedras aportan una nueva estética a este reloj versátil, cómodo y de uso diario.

No hay dos esferas iguales, cada una revela patrones, tonos y texturas únicos, moldeados por fuerzas geológicas que escapan al control humano. Las dos versiones con esfera de piedra del Récital 12 están limitadas a 60 piezas en todo el mundo.

▪Malaquita. Las esferas de malaquita son famosas por sus fascinantes tonos verdes e intrincados patrones naturales, que van desde bandas onduladas hasta círculos concéntricos, convirtiendo cada esfera en una obra de arte única. El verde también evoca las montañas del Jura, cubiertas de bosques, que rodean el castillo de Bovet, una gran fuente de inspiración para Pascal Raffy, propietario de la maison.

Este mineral de carbonato rico en cobre ha sido apreciado durante siglos, pero en la relojería destaca como símbolo de lujo e individualidad. La malaquita ha sido valorada durante milenios, siendo utilizada por los antiguos egipcios para joyería, pigmentos y producción de cobre.

El proceso de elaboración de una esfera de malaquita es meticuloso y desafiante: la piedra debe seleccionarse cuidadosamente, cortarse en una lámina ultrafina, reforzarse con un soporte metálico para mayor estabilidad y, finalmente, pulirse hasta obtener un acabado de espejo, preservando al mismo tiempo su delicada estructura, ya que la malaquita es relativamente blanda y frágil.

▪ Ojo de Tigre. Las esferas de Ojo de Tigre son famosas por sus llamativos tonos marrón dorado y su característico efecto "ojo de gato", una banda brillante de luz que parece moverse por la superficie al inclinar el reloj. Este efecto, conocido como chatoyancy, es un sello distintivo de este mineral de la familia del cuarzo, que confiere a cada esfera una cualidad dinámica, casi hipnótica, imposible de replicar artificialmente.

Cada esfera de Ojo de Tigre es única, con texturas fluidas y degradados de color que van del marrón oscuro al dorado miel, lo que garantiza que no haya dos relojes iguales. La esfera resultante irradia lujo y calidez naturales, lo que la convierte en una de las favoritas de los coleccionistas que buscan añadir estilo y un toque de la energía de la tierra a sus relojes.

 

Comodidad durante todo el día

Ultraligero y con un tamaño de 40 mm, Récital 12 ha sido cuidadosamente diseñado para brindar una comodidad y portabilidad excepcionales. El brazalete es una verdadera obra de arte, diseñado con meticulosa atención al detalle. Su ingenioso cierre desplegable incorpora un mecanismo de expansión que permite un ajuste de hasta 3 mm para adaptarse a las pequeñas fluctuaciones del tamaño de la muñeca a lo largo del día.

La combinación de superficies pulidas y mate cepilladas, junto con la incorporación de la "V" de Bovet, crea un diseño visualmente impactante y armonioso. Al cerrar el cierre desplegable, las puntas de la "V" forman el símbolo del infinito.

En la esfera, que muestra las piedras naturales, el movimiento de manufactura se ha invertido y abierto para exponer el volante y el órgano regulador de fabricación propia de Bovet, así como una parte del tren de engranajes. Encima de la rueda de segundos se encuentra un indicador de segundos con tres agujas azuladas al fuego.

El movimiento ofrece siete días de reserva de marcha (168 horas) con un solo barrilete, lo que subraya el compromiso de ofrecer a los coleccionistas reservas de marcha mucho mayores que el estándar actual en relojería, de 36 a 48 horas. Gracias a la manufactura integrada de Bovet, más del 95% de los componentes se producen internamente, incluyendo la espiral y el órgano regulador.