Continuando con la tendencia de crear autos deportivos eléctricos para ser utilizados diariamente en las calles, Porsche está en plena fase de desarrollo del Mission R.
El ingeniero y piloto Lars Kern puso a prueba la tecnología del futuro, al conducir el prototipo, que podría convertirse en la base del primer Porsche comercial de carreras totalmente eléctrico.
El Mission R tiene tracción total y una potencia de 1,088 CV (800 kW) generada por dos motores eléctricos y transmisión de una marcha. Con un peso inferior a los 1,500 kilogramos, promete una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 2.5 segundos y una velocidad máxima superior a los 300 km/h.
El Mission R fue presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Múnich, en septiembre pasado; un vehículo totalmente eléctrico para pilotos privados, que permite hacerse una idea de cómo será el auto de carreras 100% eléctrico del futuro. De momento, el Porsche presentado es un prototipo, pero cumple con las estrictas exigencias técnicas.
La marca alemana ya compite en Fórmula E con motores totalmente eléctricos, emplea combustibles sintéticos en la Porsche Mobil 1 Supercup y está desarrollando un nuevo vehículo hibrido para utilizar en carreras de resistencia. Con el Mission R, Porsche busca electrificar los autos de carreras para sus clientes. Michael Behr, Director del Proyecto, comentó que “el Mission R no se basa en ningún modelo. Él es el modelo”.
Gracias a la refrigeración directa del estátor -elemento fijo del motor eléctrico en el que gira el rotor- es posible alcanzar un rendimiento constante muy alto. El Mission R de carreras funciona con un circuito de refrigeración por aceite, sin requerir agua. La batería de alta tensión se enfría directamente con aceite, gracias a una innovación basada en un sistema desarrollado para el Porsche 919 Hybrid, tres veces ganador de las 24 Horas de Le Mans.
El tren de rodaje incorpora tecnología del automovilismo deportivo y destaca por su eje delantero con doble brazo oscilante. Incluso fue implementado un parabrisas calefactable, capaz de mejorar la visibilidad cuando el auto circula bajo la lluvia.
La carrocería, fabricada en material compuesto, no solo es muy liviana, sino también sostenible: está hecha principalmente de fibra natural combinada con componentes de fibra de carbono.