Como un tributo a Billionaire, el reloj de 260 quilates con valor superior a los 18 millones de dólares, la casa Jacob & Co. presentó Billionaire III.
El Billionaire original, mostrado en el Basel World de 2015, fue creado por la casa de alta costura homónima de Flavio Briatore, con quien Jacob Arobo, fundador de Jacob & Co., colaboró en esta pieza única que se convirtió en el guardatiempos más caro de dicha exposición.
Con Billionaire III, Jacob & Co. agrega otro reloj tourbillon multimillonario de edición limitada, con incrustaciones de diamantes; en un cambio disruptivo, los diamantes están posicionados de manera horizontal, siendo que la mayoría de las ocasiones los diamantes son colocados verticalmente. Todo el cronómetro, excepto el movimiento, está cubierto con diamantes blancos, incluida la caja, las asas, el bisel, el brazalete y el cierre.
El tourbillon del Billionaire III es la única complicación que podía estar a la altura de la experiencia visual que ofrece el exterior engastado con diamantes. La caja está pulida en espejo negro, una técnica de acabado a mano que requiere de paciencia y destreza. Un cuidadoso montaje es seguido por un minucioso proceso de ajuste, lo que permite mantener la hora exacta a lo largo de su reserva de marcha extendida de 72 horas.
El movimiento está rodeado por diamantes engastados a mano, los cuales son el resultado de un meticuloso proceso de elección según su calidad, corte, claridad y color a juego, labor que puede llevar años. Dada la complejidad en la realización, fueron fabricados únicamente 18 piezas.
El calibre JCA39 de cuerda manual está resguardado en una caja 54 x 43 mm de oro blanco, cubierta por 75 diamantes blancos (34.14 quilates); el anillo interior está adornado con 76 diamantes blancos (2.49 quilates), los puentes del movimiento están engastados con 57 diamantes blancos (1.59 quilates), mientras que la corona tiene incrustado un diamante blanco talla rosa (1 quilate).
El brazalete de oro blanco fue engastado a mano con 504 diamantes blancos de talla esmeralda (~ 90.39 quilates), complementando la caja y creando un deleite visual. En total, el peso del guardatiempos es de más de 129 quilates.
El resultado es una “joya” de movimiento, que pone todos los engranajes, ruedas y piezas a lucir a través de cristales de zafiro con tratamiento antirreflejante, dejando al descubierto el savoir-faire de la manufactura en cuanto a movimientos esqueletados, combinando la ligereza visual con la integridad estructural, obteniendo un movimiento casi transparente y alineado verticalmente para maximizar la belleza de esta espectacular creación.