Jacob & Co. hizo casi transparente al Epic X Titanium al prescindir de piezas en el movimiento y con un diseño vertical, llevó la estética a su máxima expresión.
El guardatiempos esqueletado, una de las tradiciones más reconocidas en la Alta Relojería, permite que la maquinaria sea visible tanto a través de la carátula, al igual que la parte posterior del reloj. El objetivo era lograr el mayor nivel de transparencia posible, con una combinación de ligereza visual e integridad estructural.
Durante décadas, en la maison Jacob & Co. han colocado al descubierto los movimientos, por lo que entienden exactamente cuánto y dónde quitar. El desafío era eliminar piezas para que resultara casi transparente, sin afectar su rendimiento, precisión o robustez, y eso se obtuvo en el Epic X.
El diseño de la caja de 44 mm es audaz y distintivo, con una poderosa forma de ‘X’ y el movimiento de cuerda manual mostrado a través de los cristales antirreflejantes de zafiro, colocados en la parte delantera y posterior.
La belleza y atractivo de los relojes esqueletados consiste en que no hay carátula; a cambio, los cristales de zafiro exponen los detalles del calibre, las ruedas, los engranajes, los puentes y el cilindro del resorte principal. En el centro, las manecillas esqueletadas en forma de hoja, que indican las horas y los minutos, parecen flotar sobre el esplendor mecánico.
La nueva versión del Epic X fue desarrollada en tres versiones originales, que combinan el titanio con los tonos amarillo, azul y rojo. Esta tercia de interpretaciones presentan el exclusivo calibre Jacob & Co. JCAM02.
En su historial, a principios de los 90, Jacob & Co. logró el reconocimiento como la casa joyera de las celebridades; desde entonces ha ampliado su marca homónima al incluir una boutique insignia en la calle 57 de Manhattan, Nueva York, una sólida sede de relojería en Ginebra y varias tiendas monomarca en Medio Oriente, Asia y Europa.
La división de guardatiempos de Jacob & Co. inició en 2006 con la introducción del Quenttin, un innovador modelo con un tourbillon vertical y siete barriles alineados para garantizar una reserva de energía de 31 días. La siguiente hazaña innovadora de la casa suiza se produjo años después con el lanzamiento del Astronomía Tourbillon, que presentó el primer tourbillon gravitacional de triple eje de la industria relojera.