El fabricante italiano de autos Automobili Lamborghini se asoció con NFT Pro y RM Sotheby’s y ofertó cinco pares de obras de arte físicas y digitales del artista Fabian Oefner.
Fue la primera almoneda NFT (token no fungible) de Lamborghini. Cada una de las subastas en línea tuvo una duración de 75 horas y 50 minutos, el tiempo exacto que tardó el Apolo 11 en abandonar la Tierra y entrar en la órbita de la Luna.
Space Key, la obra de arte física, contiene piezas de fibra de carbono que Lamborghini envió a la Estación Espacial Internacional en 2020, como parte de un proyecto de investigación conjunto.
Grabadas con un código QR único, estas piezas de fibra de carbono vinculan el elemento digital, son una serie de cinco fotografías de un Lamborghini Ultimae, despegando hacia las estrellas, incluidas diversas piezas como el motor, transmisión, suspensión y los cientos de tornillos y tuercas, que aparentan salir disparadas del chasis como la llama de escape de un cohete.
“‘Space Time Memory’ es una analogía con los recuerdos que creamos en la vida. Los recuerdos están enraizados en el mundo físico; los creamos en la realidad. Luego los almacenamos en nuestros cerebros, lo que podría considerarse el mundo digital. ¿Qué es más preciado para mí?: la realidad misma o las copias y derivados de ella, que existen en el universo digital”
Fabian Oefner, artista
Más de 1,500 piezas
Lo que puede parecer una imagen generada por computadora, fue creada en su totalidad a partir de elementos del mundo real: el artista capturó más de 1,500 partes de un automóvil real. La fotografía de la curvatura de la tierra se realizó enviando, al borde de la estratosfera, un globo meteorológico, equipado con una cámara.
Al comienzo del proyecto, Oefner observó con meticulosidad los planos ingenieriles de un Lamborghini Aventador Ultimae y creó un boceto preciso de cómo se vería la fotografía final. Sobre la base de ese dibujo, Lamborghini preparó todas las piezas y componentes necesarios de un Ultimae listo para la realización de la foto. Luego, Oefner y su equipo fotografiaron las partes en un estudio fotográfico improvisado, justo al lado de la línea de producción en la fábrica Lamborghini en Sant’Agata Bolognese.
Al regreso a su estudio en la ciudad de Nueva York, Oefner combinó las innumerables imágenes en la composición prevista en el boceto. Oefner y su equipo tardaron más de dos meses en crear un momento, que resulta ser más breve que un abrir y cerrar de ojos.