Lanzado hace cerca de medio siglo –1975–, el Laureato de Girard-Perregaux, se convirtió en un ícono de la relojería.
Y 48 años después, la manufactura suiza presenta el Laureato 42 mm Eternity Edition, un modelo que incorpora una sublime esfera de esmalte grand feu, en dos versiones: azul y verde, en ediciones limitadas de 188 ejemplares.
Haciendo un poco de historia, en 1969, Girard-Perregaux lanzó Deep Diver, un reloj de uso subacuático, con una caja en forma de cojín, muy atractiva, gracias a sus formas curvas. Sobresalía por el exclusivo diseño de su bisel que relucía como un diamante, por el juego con la luz de las 14 facetas del bisel, y lo transformaba en algo más que un objeto práctico para bucear, serviría de inspiración para el Laurato.
“Este año, Girard-Perregaux celebra su 230 aniversario, y recordamos el legado de los relojeros, artistas y artesanos que nos precedieron. Con la ediciones Eternity, de forma análoga a las ediciones Infinity que las precedieron en 2020, fabricamos un número limitado de modelos para mostrarlos a las nuevas generaciones”.
Patrick Pruniaux, CEO de Girard-Perregaux
Adaptándose a los tiempos
A lo largo de los años, el Laureato ha evolucionado, adoptando a los movimientos mecánicos, materiales y complicaciones diferentes. De hecho, a pesar de la fidelidad de Girard-Perregaux hacia el diseño original de 1975, la manufactura no ha dudado en incorporar innovaciones al modelo.
En 2022, la maison presentó una nueva versión de este guardatiempos: el Laureato 42 mm Eternity Edition, que homenajea al diseño original del Laureato de 1975, convirtiéndolo, gracias a su carátula de esmalte grand feu, en un reloj casi eterno. Una resplandeciente piel a la que los años no le harán perder su aspecto original.
Las carátulas de esmalte grand feu son fabricadas en las instalaciones de la empresa, en un largo proceso de esmaltado. La esfera lleva un motivo guilloché con efecto de rayos de sol, visible a través de la superficie traslúcida de esmalte azul, lo que resalta aún más su esplendor.
Es posible que el esmalte sea lo más característico del modelo, pero la carátula tiene otros elementos muy familiares: sus agujas tipo bastón, revestidas de rodio, o las iniciales de la marca situadas a las 12 h y aplicadas, junto a los marcadores horarios, sobre la superficie de la carátula.
Su estilizada aguja trotadora lleva un contrapeso que imita el perfil de los famosos puentes de oro de Girard-Perregaux. Los puristas observarán que la indicación de la fecha a las 3 horas cuenta con números blancos sobre un disco de color, a juego con el tono de la carátula principal, tal y como dicta la etiqueta propia de la relojería.
Su movimiento de cuerda automática, el calibre GP01800, fabricado en las instalaciones de la empresa en La Chaux-de-Fonds, incorpora una masa oscilante de oro rosa, adornada con un motivo circular Côtes de Genève.
El movimiento también incluye otros refinados detalles, entre ellos su acabado Côtes de Genève recto en los puentes, biselado, tornillos con brillo de espejo, graneado circular en la platina y el texto dorado grabado.