Ulysse Nardin lanzó una nueva edición del guardatiempos Blast Moonstruck, con un diseño nunca antes visto de una de sus históricas complicaciones astronómicas.
Con este Worldtimer alojado en la caja geométrica de un Blast, Ulysse Nardin ofrece a los connaisseurs una original odisea celestial, con una mecánica relojera reinventada que reproduce con la mayor fidelidad posible la trayectoria visible del sol y los ciclos lunares. Este Blast, descendiente de la trilogía de guardatiempos astronómicos creada hace casi 40 años por el maestro relojero Ludwig Oechslin, pone en movimiento los elementos de los mecanismos celestes visibles para obtener una comprensión poética del universo que nos rodea.
“Estoy encantado de que mis relojes de pulsera y astronómicos permitan a las personas pensar sobre el lugar que ocupan en el universo y quizá darse cuenta de que no somos el centro del mundo”.
Ludwig Oechsli, creador del Moonstruck
El Blast Moonstruck reproduce la rotación de la luna, el “movimiento aparente” del sol alrededor del globo mientras lo observamos desde la Tierra, y un gráfico de mareas. Por razones prácticas, la representación de las fases lunares se aprecia en una abertura redonda ubicada en el apogeo de una elipse que representa su órbita, representada en el mismo plano de la eclíptica que la Tierra. Esta abertura, mediante disco, está asociada a un elaborado tren de engranajes.
Gracias a su sofisticado mecanismo, proporciona la visualización de la hora en un lugar elegido entre los 24 principales husos horarios. A través de pulsadores situados en el lado izquierdo de la caja es posible adelantar o retroceder la visualización de la hora principal en saltos de una hora para ajustarla a otra zona horaria.
El Blast Moonstruck también está equipado con una complicación de fase lunar de precisión que, combinada con la complicación que permite el seguimiento en tiempo real del sol, da brillo, relieve y vida a la carátula.
Para acentuar esta sensación de estar en el “corazón” del universo a partir de la observación del reloj, los diseñadores, junto con el maestro Oechslin, optaron por colocar la parte del hemisferio norte vista desde el Polo Norte en el centro del cristal de zafiro.
El cristal abovedado, con las masas terrestres grabadas en miniatura en el interior, está fijado a la caja protectora de cristal de zafiro rodeada por un anillo de oro rosa grabado con los 31 días del mes, que tiene por puntero un pequeño triángulo cargado de material luminiscente.
Este reloj astronómico de 45 mm de diámetro en cerámica negra y titanio con tratamiento DLC negro, viene con una correa de piel de caimán, terciopelo o caucho. Además de la indicación de la hora, visible sobre un fondo del cielo nocturno representado por un disco hecho de aventurina, en el disco giratorio se encuentra un sol en relieve, mientras las indicaciones horarias aparecen a las 12 horas.