La joya anhelada por antonomasia, los diamantes tienen una historia de millones de años, resultado de toneladas de presión sobre el carbono.
Las directoras de joyería de Bonhams, Caroline Morrissey y Emily Waterfall, presentan una descripción de esta espectacular piedra. Entre las subastas de Bonhams está un anillo de diamantes Belle Epoque de 8.21 quilates vendido por 500,000 dólares, y un diamante rosa anaranjado de 2.02 quilates, subastado por 400,000 dólares.
- Historia y tradición. La creación del diamante se remonta a su formación en la corteza terrestre, hace tres mil millones de años, al someterse al calor y la presión extremos, los átomos de carbono se cristalizan y forman una gema en bruto. Luego, es llevada a la superficie con el poder del magma en erupción. Eventualmente, son desenterrados, cortados, pulidos y fijados.
Al descubrir por primera vez estas piedras deslumbrantes, la gente buscó explicarlas, invistiéndolas con asociaciones románticas y mágicas. Para los griegos, eran las lágrimas de los dioses; para los romanos, estrellas que habían caído a la Tierra. Los egipcios llevaban un anillo de diamantes en el dedo anular ya que para ellos la vena amoris (“vena del amor”) iba desde el dedo hasta el corazón.
Estas asociaciones románticas de los diamantes, alimentadas a lo largo de los siglos, llegaron a representar un símbolo especial y eterno: su belleza y fuerza los convirtieron en la elección natural para los anillos de compromiso, como signo capaz de resistir el uso frecuente durante toda la vida… o muchas vidas.
- Impregnados de mitología. Con estos antecedentes, se tornan fascinantes. En el siglo IV a. C., India los introdujo como un valioso producto comercial que llegó al mundo a través de la Ruta de la Seda. Valorados por su fuerza y brillo, se usaban de adorno y herramientas de corte.
Como talismanes, al pensar que alejaban el mal y protegían a su portador. A medida que llegaban a Europa occidental a través de los eclécticos mercados medievales de Venecia, su reputación como un símbolo de estatus precioso y raro creció. El suministro de la India se agotó en el siglo XVIII y se encontraron escondites en Brasil, África, Canadá y otros lugares del mundo.
Son raros y hermosos, pero hay muchas opciones y los precios pueden oscilar entre miles y millones de dólares. ¿Cómo elegir la piedra adecuada? Los compradores son guiados por la calidad que se revela en su clasificación, también conocida como las cuatro “C”: color, corte, claridad y quilates (carat en inglés).
Cómo seleccionar un diamante
- Escala de colores. Va desde la D (perfectamente transparente) hasta la Z, con tonos amarillos, grises y marrones que se vuelven más prominentes a medida que desciende en la escala.
- Corte. Revela el número de facetas de la piedra, con su capacidad para refractar brillantemente la luz clasificada de Excelente a Pobre, así como la forma general, que puede ser redonda, pera, marquesa, Asscher, esmeralda o incluso corazón.
- Claridad. Clasifica las imperfecciones y las inclusiones, o la falta de ellas, que va desde Impecable hasta Incluido 3, una categoría reservada para los que tienen imperfecciones visibles cuando se observan a simple vista.
- Quilates. A menudo mal entendido, se refiere al peso, con un quilate equivalente a 0.2 gramos.
- Edad. La edad puede ser un indicador útil de su potencial.