Parte de la historia de la Scudería Ferrari en Fórmula 1 está siendo licitada de forma privada por RM Sotheby’s, que puso a disposición un Ferrari F1 Irvine F310B modelo 1997, considerado ese año el auto de carreras más avanzado del mundo, que representó el comienzo de una “edad de oro” de la escudería del “cavallino rampante”.
Fue el último diseño de Ferrari F1 de “cuerpo ancho” y el primero desarrollado conjuntamente por el legendario equipo de Rory Byrne y Ross Brawn, Jefe de Diseño del equipo y Director Técnico, respectivamente, que impulsó al piloto alemán Michael Schumacher a la obtención de cinco títulos consecutivos del Campeonato Mundial de Pilotos con Ferrari (2000-2004). El modelo subastado es el que manejó el norirlandés Eddie Irvine en el Gran Premio de España de 1997.
La llegada de Schumacher a Ferrari en 1996, hizo que el diseño y la construcción de un nuevo automóvil fuera una imposibilidad logística y, por lo tanto, se utilizaría en su lugar una versión muy revisada del F310. La aerodinámica significativamente reelaborada le dio al nuevo modelo, denominado F310B, una apariencia notablemente más angular que su predecesor, mientras que se desarrollaron motores V-10, que ofrecía aproximadamente 30 caballos de fuerza más que la unidad 046 del F310.
La confiabilidad mejoró significativamente, con Schumacher obteniendo su primera victoria del 1997 en Mónaco, seguida de más victorias en Canadá y Francia. La última parte de la temporada resultó en una sucesión de fallas en la finalización de Ferrari, y aunque Schumacher obtuvo dos triunfos más en Bélgica y Japón, también sufrió costosas fallas mecánicas en Silverstone y Nürburgring. Además, Irvine sufrió cuatro intentos fallidos, por lo que casi extinguió las aspiraciones del Campeonato de Constructores de Ferrari.
El auto fue corrido por Eddie Irvine, pero uno de sus dueños le colocó los distintivos de Michael Schumacher.
El duelo Schumacher-Villeneuve
A pesar de la quinta y última victoria del año de Schumacher en Suzuka, Williams-Renault aseguró el título de Constructores en el circuito japonés. Sin embargo, el Campeonato de Pilotos se mantuvo vivo, con Jacques Villeneuve (Williams) un punto por delante de Schumacher entrando en la ronda final de la temporada, y el enfrentamiento por el campeonato, en el Gran Premio de Europa, organizado en Jerez, España.
Aunque Villeneuve se clasificó en la pole en España, Schumacher dominó la primera parte de la carrera. En la vuelta 47, Villeneuve se acercó al Ferrari e hizo una frenada tardía por dentro de la cerrada curva siete. Schumacher reaccionó tardíamente y embistió con algo de cinismo la parte lateral del Williams, aunque en esta ocasión fue el alemán quien salió afectado, con su Ferrari varado en una trampa de grava. A partir de entonces, Villeneuve recorrió nerviosamente las 22 vueltas restantes para terminar tercero y llevarse el título de Pilotos.
Después de la carrera, Schumacher fue declarado culpable por un tribunal de la FIA, de causar un accidente evitable y fue descalificado del segundo lugar en el Campeonato de Pilotos. De manera significativa y perversa, se le permitió conservar sus resultados de la temporada, al igual que Ferrari su segundo lugar en el Campeonato Mundial de Constructores.
A pesar de la controversia de Jerez, el año fue alentador para Ferrari, con 13 podios, incluidas cinco victorias.
Al finalizar el calendario de 1997, el chasis 176 se mantuvo como parte de la colección Factory para el próximo año. Curiosamente, Ferrari sacó el automóvil para exhibirlo en las celebraciones del 50 aniversario en Italia inmediatamente después del Gran Premio de España. En 1998, el chasis 176 se vendió al coleccionista Michael Gabel en Berlín, Alemania. Gabel, gran admirador de Schumacher. Decidió rehacer el auto con la librea de carrera de Schumacher, incluso obteniendo un asiento Cuoio Schedoni de Schumacher.
La única otra aparición pública del 176 fue cuando el auto participó en el Modena Motorsports F1 Festival en Nürburgring en julio de 1998. En 2000, el auto se vendió a una colección privada alemana, donde ha permanecido en exhibición estática durante los últimos 22 años.
El piloto norirlandés Eddie Irvine lo manejó en el Gran Premio de España de 1997.