La casa Arnold & Son rinde homenaje a la Tierra con el guardatiempos Globetrotter versión platino 950.
El platino da esplendor al color gris y rinde un homenaje a los exploradores del siglo XVIII. A bordo de los buques de la Marina inglesa, los cronómetros de John Arnold, fundador de la casa Arnold & Son, se convirtieron en instrumentos esenciales para explorar el mundo, viajar, descubrir otros lugares.
En el centro del Globetrotter Platinum se impone una cúpula que representa el hemisferio norte y está sujeta por un inmenso puente transversal de oro de 18 quilates calado.
Dependiendo del lado por el que se mire, se percibe el achaflanado, el pulido o el satinado. Este arco de líneas en tensión, coronado en el centro por un rubí funcional que marca el eje de la hora universal, constituye el distintivo visual del Globetrotter.
La caja de 45 mm de diámetro del Globetrotter se atavía por primera vez del metal más prestigioso de la relojería: el platino 950.
Los índices facetados y aplicados en dos planos son de oro de 18 quilates con Super-LumiNova. La parte inferior de la esfera que rodea el mapamundi es de nácar teñido con un degradado azul.
El anillo de la hora universal es de zafiro transparente. La hora local se lee por medio de las agujas rojas que señalan los índices; mientras que para conocer las horas del mundo hay que visualizar una longitud imaginaria desde el rubí del puente central hasta el anillo de 24 horas.
Tendiendo un gran puente
El elemento arquitectónico más imponente del Globetrotter Platinum, el puente transversal, se ha tallado en oro de 18 quilates. Es de una sola pieza y presenta un calado llevado al extremo que le confiere elegancia y un carácter propio. Presenta secciones planas pulidas, laterales satinados y amplios chaflanes biselados. El nivel de calidad y acabado son los habituales en los componentes de los calibres Arnold & Son. Sin embargo, dado que las dimensiones del puente son bastante más significativas que las de un movimiento, se ha requerido un grado especial de precisión.
Con sus 45 mm, la caja del Globetrotter Platinum puede considerarse grande. Está dotado del calibre automático A&S6022 de la firma. Como todos los movimientos de Arnold & Son, se ha desarrollado, fabricado, decorado, ensamblado, ajustado y encajado íntegramente en la manufactura de La Chaux-de-Fonds.
En la cúpula, se representan América, Eurasia y África –por encima del ecuador–con un gran nivel de detalle. Se trata de una única escultura en la que los continentes se distinguen por el acabado rodiado y pulido. El relieve de las cadenas montañosas está marcado con un acabado mate. Los océanos se han pintado a mano aplicando varias capas de laca, cuyos pigmentos azules enriquecidos con nácar en polvo intensifican la profundidad y el brillo. Las costas, con un degradado más claro y con Super-LumiNova, brillan de noche y acentúan aún más el relieve de esta obra de artesanía manual en miniatura.
Aparte de ser esqueletizada, la masa oscilante de oro de 22 quilates presenta una decoración guilloché con motivo Clous de Paris. El calibre A&S6022 también está decorado con los motivos tradicionales de la alta relojería: platina perlada, puentes con Côtes de Genève rayonnantes, ruedas satinadas, tornillos achaflanados y pulidos.
Los acabados específicos consisten en un tratamiento NAC, un tipo de recubrimiento que incorpora metales preciosos semejantes al platino y con el que se obtiene un acabado antracita de gran calidad, acorde con el color y la naturaleza de la caja de platino 950 del Globetrotter Platinum.