El Ferrari Purosangue es el primer modelo en la historia de Ferrari con cuatro puertas y cuatro plazas.
Desde los primeros años de la marca, los autos con dos plazas traseras han desempeñado un papel importante en la compañía. De hecho, muchos Ferrari han hecho de la combinación de prestaciones absolutas y confort de primera clase uno de sus pilares. Ahora, en la culminación de 75 años de vanguardia, Ferrari ha creado un modelo único y que representa el más puro ADN del Cavallino Rampante, donde las prestaciones, el placer de conducir y el confort coexisten en perfecta armonía. Y por eso este nuevo auto se ha llamado Ferrari Purosangue –pura sangre en italiano–.
Dotado de un motor F140IA V12 atmosférico con 725 CV y ocho velocidades, las prestaciones están inspiradas en los autos de Fórmula 1. La velocidad máxima es de 310 km/h, necesitando 3.3 segundos para llegar de 0 a 100 km/h.
El sonido del motor es un ejemplo de la integración entre la sinfonía de la secuencia de combustión de los cilindros y la capacidad de Ferrari para dominar la acústica del habitáculo.
El chasis con techo de fibra de carbono permite las puertas traseras “suicidas”, que facilitan la entrada y salida de los ocupantes y mantiene el diseño compacto. En el interior, los cuatro asientos son ajustables de forma independiente.
La arquitectura transeje del modelo admite una distribución del peso que coloca el motor en una posición media delantera y la caja de cambios en la parte trasera, además de la transmisión 4x4 en la parte delantera. De esta forma alcanza el reparto de pesos que los ingenieros de Maranello consideran óptimo para los deportivos con motor delantero, es decir: una proporción de peso 49:51.
El diseño exterior es atlético y aerodinámico, que lo distingue de los autos de cuatro puertas y cuatro plazas del mercado. No tiene parrilla de radiador, sustituida por un diedro suspendido en la parte inferior.
Está equipado con la última versión de los sistemas de dinámica introducidos en los superdeportivos de la firma, como el sistema de dirección independiente en las cuatro ruedas del Ferrari 812 Competizione, o el ABS ‘evo’ con sensor dinámico de seis vías del Ferrari 296 GTB. También hace su debut el sistema Ferrari Active Suspension Technology (FAST), capaz de regular la transferencia de carga y el balanceo en las curvas, así como el contacto con el pavimento, incluso ante baches.