Las orquídeas han sido valoradas desde hace miles de años, de hecho la mística de esta flor digna de los dioses, es apreciada por diferentes culturas del mundo. Su nombre es derivado de orchis, palabra griega que significa testículo, este nombre lo adquieren debido a que, en algunas especies terrestres, se puede observar cómo los tubérculos crecen en pares.
Estas flores pertenecen a la familia botánica Orchidaceae, que comprende entre 25 mil y 30 mil especies, y muy probablemente, se puede hablar de unos seis mil híbridos. Las hermosas flores se exhiben por todo el mundo, pero abundan más en las regiones tropicales o cálido-húmedas.
En 1981, Singapur adopta entre sus símbolos nacionales a las orquídeas, y es uno de los lugares que en la actualidad maneja programas de conservación de esos ejemplares, debido al alto número de especies extintas en esta nación por causa de la deforestación.
La ubicación geográfica de Singapur brinda un clima adecuado para la producción de estas plantas, gracias a su cercanía con el ecuador. Desafortunadamente, muchos de los hábitats naturales y óptimos para el crecimiento de las orquídeas han desaparecido por la destrucción ecológica.
Casi 226 especies de orquídeas hay en Singapur. Sin embargo, existen 178 especies que se consideran extintas, y tan solo cinco se consideran comunes. El programa de conservación de orquídeas tiene como objetivo vigilar las especies existentes, explorar formas para su conservación y aumentar su número en los ambientes natural y urbano.
Una de las mejores formas de conservar la especie es reintroduciéndolas en espacios adecuados para su reproducción y vida, ejemplo de esto es la inserción de las plantas en árboles en las carreteras, parques y áreas naturales.
El programa ha tenido en su primera fase experimentos con cinco especies nativas con un amplio porcentaje de éxito, la primera fase del programa consiste en experimentos con las siguientes especies nativas: Grammatophyllum speciosum, Bulbophyllum vaginatum, Membranaceum bulbophyllum, Cymbidium finlaysonianum y bicolor.
Conociendo a la flor
Los medios que las orquídeas buscan para vivir son lugares donde el agua y los nutrientes son escasos, su evolución las ha llevado a desarrollar órganos almacenadores de agua y nutrientes, raíces capaces de realizar la fotosíntesis y flores con estrategias para su reproducción.
La flor es la parte más admirable de esta planta y debido a su aroma, forma, color y comportamiento, ha sido el centro de atención en muchas partes del mundo. Aunque varían en su tamaño, estas flores tienen generalmente seis partes que son tres sépalos iguales entre sí, ubicados en la parte de atrás y tres pétalos que están enfrente, de los cuales dos son iguales y uno diferente; este último se encuentra al centro de la flor, siendo el labelo la parte más llamativa.
El tamaño de las orquídeas es muy variado, las hay desde miniaturas de unos pocos centímetros, cuyas flores sólo se observan con lupa, hasta plantas alargadas de 15 metros, que crecen enredándose en los árboles, como la vainilla.
Las orquídeas presentan dos tipos de crecimiento. Las que crecen a partir de un sólo punto y se van desarrollando cada año, añadiendo hojas y creciendo un tallo en proporción y las que crecen hacia los lados, en los que uno de los brotes terminales mueren y continúa el crecimiento con la aparición de nuevos brotes.
En un ambiente natural, las orquídeas se nutren de los restos orgánicos que se han acumulado durante muchos años o que poco a poco provee la naturaleza. Al contrario, cultivar las orquídeas fuera de su hábitat, hace necesaria la intervención humana para su sobrevivencia, ya que las condiciones donde se van a desarrollar no son las mismas, por lo que debemos proveerlas de clima, suelo y nutrientes esenciales para su sobrevivencia y desarrollo.
Las orquídeas se reproducen de forma sexual y asexual. La sexual se realiza con intercambio genético y la descendencia obtiene genes de ambas plantas, lo que garantiza mayor diversidad en las características de la misma. La asexual se obtiene a partir de fracciones de la planta madre. Dos grandes ventajas de la reproducción asexual es obtener plantas de mayor calidad o pureza en menor tiempo y la otra es que se puede hacer la reproducción en cualquier parte del año, y de esta manera la planta florece más de una vez al año.
Orquídea, símbolo de belleza suprema, seducción y sensualidad
Texto: Biólogia de la Conaflor, Gerardo López Ortega ± Foto: FIRWALL/BP/WPD/ADA W/WPS/ORKINSON