Para continuar a su labor a favor de los tiburones, Saving our Sharks Foundation lleva a cabo una subasta silenciosa de fotografías submarinas Guardianes del Océano en la Ciudad de México, misma que estará abierta hasta el domingo 11 de mayo de 2025.
La foto-expo consta de 33 fotografías –a color y blanco y negro–, en diversas medidas –80x60, 120x80, 50x60 y 70x100 cm–. En ellas se plasma la belleza de estos habitantes de los mares en su hábitat natural en el Caribe mexicano, incluidos tiburones Tigre, Martillo Oceánico, Gris, Ballena, Azul, Toro, Blanco y Galápago, así como mantas gigantes y raya águila ocelada.
Las impresiones son donaciones de sus autores: Fernanda Narchin, Pablo Simón, Manuel Lazcano, Rodrigo Friscione, Alberto Sánchez y Alberto Friscione a favor de la fundación que desde más de una década se dedica a la conservación de una especia fundamental para la salud de los ecosistemas marinos del Caribe Mexicano: el tiburón.
A través de una colaboración estratégica con la ciencia, la sociedad civil y las comunidades locales, la fundación impulsa iniciativas que buscan garantizar, a largo plazo, la supervivencia de los escualos. Como resultado, sea reducido en 80% es uso de arte de pesca tradicionales, salvaguardando la vida de más de 20,000 tiburones en Isla Mujeres, Quintana Roo.
Alejandro Zozaya, presidente de Saving our Sharks Foundation, dio la bienvenida a los presentes, y agradeció a Alberto Friscione su defensa de la vida marina de México. “Tenemos, por ejemplo, Revillagigedo como parque nacional, gracias a Beto, quien ha sido un gran promotor de la causa de los mares en México. Y yo me uní a esta fundación gracias a Beto, que hace muchos años me invitó y desde luego entramos con toda la pasión”.
En su oportunidad, José Luis Funes, presidente de la Fundación, comentó que este año creará el primer santuario para tiburones y rayas en el Caribe mexicano, con el apoyo de las autoridades.
Uno de los momentos más emotivos de la presentación fue el testimonio de Alejandro Rivero, presidente de la Cooperativa Isla Mujeres, quien proviene de una familia de pescadores de varias generaciones. “Los tiburones eran nuestra principal fuente de ingresos para nuestras familias. Hemos visto cómo han ido decreciendo las poblaciones de tiburones y las capturas, ya no son las mismas que antes y los precios también han caído mucho.
Y continuó, “cuando se acerca el doctor Jaime González, junto con la asociación Saving the Sharks, pusimos interés en que ya teníamos que hacer algo con causa, algo en lo cual pudiéramos seguir trabajando siempre en el mar, pero ya no matando a los tiburones, sino que trabajando o viviendo de ellos sin matarlos. Y eso nos pareció una muy buena idea, porque antes ya don Beto (Friscione) nos había hecho esa propuesta, pero al principio también tal vez por la juventud o por tener otra visión no habíamos tomado en cuenta eso.