Una nueva evaluación regional, dada a conocer por la Red Mundial de Monitoreo de Arrecifes de Coral (GCRMN), la red operativa de la Iniciativa Internacional sobre Arrecifes de Coral (ICRI), exige acciones urgentes y unificadas para proteger el futuro de los arrecifes de coral en el Pacífico. 

Publicado en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, el informe Estado y Tendencias de los Arrecifes de Coral del Pacífico: 1980-2023 es el más completo elaborado sobre los arrecifes de la región.

El Pacífico alberga más del 26% de los arrecifes de coral del mundo, con una extensión de 65,255 km² en 30 países y territorios. Estos ecosistemas son mucho más que focos de biodiversidad: son el alma de las sociedades del Pacífico: sustentan la pesca, protegen las costas y consolidan la identidad cultural.

En muchas comunidades del Pacífico, los arrecifes de coral no son solo ecosistemas, sino también parientes, ancestros y espacios sagrados. Su supervivencia es inseparable de la supervivencia de las formas de vida del Pacífico.

Basándose en más de 15,000 encuestas de más de 8,000 sitios entre 1987 y 2023, el informe del GCRMN ofrece un panorama matizado: uno de resiliencia frente a la creciente presión, pero también uno que señala que se necesita una intervención urgente.

Si bien muchos sistemas de arrecifes a nivel mundial han experimentado descensos drásticos, la cobertura promedio de coral duro del Pacífico se mantuvo relativamente estable en un 25.5% entre 1990 y 2022. Esta resiliencia es notable y ofrece esperanza, debido a la vasta geografía de la región, su alta diversidad ecológica y su población humana relativamente baja.

Sin embargo, esta aparente resiliencia se ve subrayada por un sistema cambiante:

▪ La cobertura de coral disminuyó durante grandes eventos de blanqueamiento (un 2.4% en 1998 y un 3.7% entre 2014 y 2017) y su recuperación tardó hasta seis años.

▪ La composición de las comunidades de coral está cambiando desde especies ramificadas complejas hacia formas más masivas, lo que reduce el complejo hábitat tridimensional que sustenta la biodiversidad.

Las macroalgas, que compiten con los corales, han aumentado un 2.7% en toda la región, mientras que las algas coralinas, vitales para el asentamiento de nuevos corales, mostraron ganancias modestas.

Las temperaturas de la superficie del mar en las zonas de arrecifes de coral aumentaron +0,82 °C entre 1985 y 2022, lo que contribuyó al aumento proyectado en la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor marinas (que conducen a eventos de blanqueamiento).

Entre 1980 y 2023, 945 ciclones pasaron a menos de 100 km de los arrecifes y se espera que estos se vuelvan más intensos con el cambio climático.

▪ Las poblaciones humanas cercanas a los arrecifes han crecido un 28.7% desde el 2000, lo que aumenta las presiones locales como la contaminación y la sobrepesca.

Fundamentalmente, estos hallazgos son anteriores al Cuarto Evento Mundial de Blanqueamiento de Corales, que se está produciendo en la actualidad –el más extendido e intenso jamás registrado–, que ha afectado al 84% de las áreas coralinas del mundo y aún continúa. 

El informe es claro: si se hubieran incluido los datos de 2023-2024, probablemente habríamos observado una disminución de la cobertura coralina en el Pacífico. Si bien las acciones de conservación en el Pacífico probablemente han contribuido a que la cobertura coralina se mantenga relativamente estable hasta 2022, sin un progreso internacional contundente y transformador para frenar el cambio climático, los arrecifes del Pacífico enfrentan un futuro incierto a medida que los eventos de blanqueamiento más intensos y frecuentes se convierten en la norma.

La Iniciativa Internacional para los Arrecifes de Coral ha establecido acciones claras para los arrecifes de coral en sus Ocho Solicitudes Clave de Política, que abarcan desde mejorar la calidad del agua, apoyar la pesca sostenible en arrecifes y centrar el conocimiento indígena en la gobernanza de los arrecifes, hasta ampliar la financiación y abordar la Crisis Triple Planetaria. Las naciones del Pacífico ya son pioneras en muchos de estos enfoques, pero requieren mayor apoyo financiero internacional para implementarlos.