En un momento decisivo para la salud de los mares, el Comité Científico Internacional del Congreso One Ocean Science ha emitido una advertencia contundente durante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos: los arrecifes tropicales de coral de aguas poco profundas están al borde de la extinción funcional.
Los años 2023 y 2024 marcaron un punto de inflexión devastador. Las temperaturas oceánicas alcanzaron niveles récord, provocando una mortalidad masiva sin precedentes entre los corales del mundo. Esta emergencia climática amenaza no solo a estos ecosistemas milenarios, sino a millones de personas que dependen de ellos para su alimentación, su protección costera y sus medios de vida.
El comité realizó un llamado enérgico a los gobiernos, instituciones científicas y comunidades internacionales a tomar medidas inmediatas y ambiciosas. Entre las acciones clave urgentes destacan:
▪ Reducir radicalmente las emisiones de gases de efecto invernadero, para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C sobre niveles preindustriales.
▪ Eliminar presiones locales como la contaminación, sobrepesca, sedimentación y daño físico directo a los arrecifes.
▪ Impulsar ciencia y tecnología resilientes al clima, que sean escalables y rentables, para detener la degradación y restaurar al menos el 30% de los arrecifes dañados, en consonancia con el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal.
▪ Fortalecer iniciativas globales, como la Iniciativa Internacional sobre Arrecifes de Coral y el Fondo de las Naciones Unidas para los Arrecifes de Coral.
▪ Asegurar financiamiento suficiente, con especial énfasis en proyectos liderados por comunidades indígenas y locales.
La pérdida de los arrecifes resultaría más que una tragedia ambiental: sería un fracaso global. Un golpe al corazón del Convenio sobre la Diversidad Biológica y a los principios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Los arrecifes, que albergan el 25% de las especies de peces marinos, no son solo un símbolo de belleza: son pilares de vida, equilibrio y sustento.
La comunidad científica internacional ha hablado con claridad. Ahora, la responsabilidad recae en los líderes del planeta: actuar con la urgencia que el planeta exige. Porque perder los arrecifes de coral no es una opción. Sería condenar a las generaciones futuras a vivir en un océano desprovisto de sus ecosistemas más vitales.
Hoy es el momento de actuar. Mañana podría ser demasiado tarde.