Para reafirmar el respeto hacia los paquidermos se celebró el Día Mundial del Elefante en el Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort, en el norte de Tailandia.
El festejo se realizó en colaboración con la Golden Triangle Asian Elephant Foundation (GTAEF), con una jornada educativa y emotiva que recordó a huéspedes del hotel, familias locales y visitantes internacionales la importancia de proteger a uno de los animales más emblemáticos de Asia.
En un país donde estos majestuosos animales forman parte del tejido cultural y espiritual, la celebración –12 de agosto– adquirió un significado aún más profundo.
La jornada comenzó con una tradicional Ceremonia de Bendición, donde monjes locales ofrecieron oraciones a los elefantes, a sus mahouts –cuidadores que comparten la vida cotidiana con ellos– y a los invitados presentes. Este ritual, impregnado de espiritualidad, reafirmó la relación de respeto y armonía entre humanos y elefantes, esencia del trabajo que Anantara y la GTAEF realizan desde hace años.
Posteriormente se organizó una sesión educativa sobre el comportamiento y las necesidades de los elefantes. Guiados por el equipo de expertos del campamento, los asistentes comprendieron mejor los desafíos que enfrentan estas criaturas, desde la pérdida de hábitat hasta las malas prácticas de explotación en cautiverio. El aprendizaje, planteado de forma cercana y participativa, buscó sembrar conciencia en las nuevas generaciones.
Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort ofrece la experiencia de las Jungle Bubble para observar a los elefantes en su hábitat natural.
El momento más esperado llegó con el colorido Buffet de Elefantes, donde una enorme mesa rebosante de frutas y verduras frescas fue dispuesta para los habitantes más nobles del campamento que disfrutaron de un festín que simboliza gratitud y celebración.
“Esta fecha nos recuerda la urgencia de proteger a los elefantes y de replantear nuestra relación con ellos”, expresó Jean Marc Pougnet, gerente general del resort. “Nuestra misión va más allá del cuidado: buscamos inspirar cambios sostenibles en la forma en que huéspedes y comunidades conviven con la naturaleza”.
Por su parte, John Roberts, director de Sostenibilidad y Conservación de la GTAEF, subrayó que la labor no termina en una efeméride: “Cada gesto, cada experiencia educativa, suma a un esfuerzo colectivo. El objetivo es formar una conciencia que asegure la supervivencia de los elefantes para las generaciones futuras”.
Con su privilegiada ubicación en el corazón del Triángulo Dorado –donde convergen Tailandia, Laos y Myanmar–, Anantara reafirmó su papel como pionero en turismo responsable. Allí, el lujo se combina con un compromiso real hacia la conservación, ofreciendo a los viajeros una experiencia transformadora: la de mirar a un elefante a los ojos y comprender que el futuro de la especie depende de la empatía y acción de todos.
Otra opción para el visitante es trasladarse en una motocicleta con sidecar para conocer lo alrededores del Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort.